| MAY 222015 SCALA es la Sociedad de Catequetas de América Latina. Pronto se cambiará "América Latina" por "las Américas" porque la Sociedad, en lo cultural es para América Latina pero en lo territorial abarca todo el continente, hasta los hispanos que residen en Canadá. Catequeta es el que reflexiona sobre la acción de educa con la Palabra de Dios. El catequista transmite la Palabra, el catequeta reflexiona sobre esa acción. Con inmenso gusto nos volvemos a encontrar, el ambiente entusiasta, fraternal, sencillo, nos mueve la pasión por la investigación, amor a la catequesis. Venimos con el tema de la Iniciación Cristiana, no precisamente en el aspecto canónico o la práctica de la administración de los sacramentos. Nos concentramos en el problema del inicio de la fe, del encuentro con Cristo, de manera que el creyente reciba los tesoros de la redención, supere las miserias morales y sufrimientos y alcance la vida nueva del evangelio y preparen la venida del Reino de la justicia y la paz. La pregunta que nos ocupa y queda sin resolver es como hacer presente a Cristo a los hombres de la era de la tecnología digital, las redes sociales, la sociedad mediática y los grandes cambios en la vida de los hombres en todo el planeta. Reflexionamos, en un primer momento, llevados de la mano por un místico Benedictino de las alturas del transparente Lago Titicaca, el monje Simón Pedro Arnold. El nos sitúa ante el cambio de época por el impacto de la tecnología, especialmente la digital. La exposición es fascinante. Hay aclaraciones, cuestionamientos nuevos de parte de los catequetas. El responde con sabiduría y nos deja en la insatisfacción, con la necesidad de búsqueda. Por lo que representa en la vida del ser humano y por los ataques de que es objeto, no ocupa la familia. Su presencia es esencial en la vida humana y social. Su papel en la iniciación en la vida de fe es fundamental para que los hijos se conviertan en hijos de Dios, amigos de Jesús y hermanos de los demás. Conduce este momento una catequeta laica, orgullosa de ser abuela, de las alturas del Ecuador, Carmita Coronado. En el intercambio de ideas se siente la preocupación por las crisis que viven las familias, el cambio de modelo familiar y su papel difícil en la transmisión de la fe. En tercer lugar nos concentramos el tema de la familia de Dios, la Iglesia, sus estructuras y su misión de ser la matriz, agente y destinataria de la iniciación en la vida con Jesucristo, en la Iglesia. Es la responsable de la Iniciación Cristiana. Sentimos la necesidad de conversión en todos los niveles de la Iglesia. Ante la nueva situación, no encontramos respuestas sino desafíos y cuestionamientos ante el cambio de época. Nos hacemos muchas preguntas, en el fondo encontramos que hay que caminar hacia la gente siguiendo las huellas del Maestro divino en el lodo de los caminos de su tierra. Sentimos la necesidad de tener presente a Cristo y seguir sus pasos. Trabajo pluridisciplinar, en los distintos campos de educación en la fe, trabajo polícromo, como un arco iris por los aspectos diferentes, por los matices que los participantes aportan desde sus campos muy definidos de praxis evangelizadora, de reflexión, de producción escrita, publicación, acompañamientos de las instancias catequísticas, de a Iglesia, el CELAM, los países, diócesis, parroquias. Se comparten las vivencias en situaciones críticas dondequiera, las dificultades para anunciar a Cristo en mundo encandilado y atrapado en los servicios nuevos y prodigiosos de la tecnología. Hay un comentario común de preocupación por situaciones de crisis social, violencia e injusticia que se vive en todas partes. El problema, por ejemplo, de la droga se vive con angustia en todas partes no sólo México y Colombia. Trabajo apasionante, porque la catequética es una pasión que mueve a los miembros de SCALA. El entusiasmo se propaga y el trabajo no pesa. Trabajo humilde, alguien observa cómo no hay declaraciones y tonos de participación para desplegar el ego con afirmaciones de títulos, hazañas. El tono es modesto y se persigue sólo, en los espacios de la reflexión, las pistas, los hallazgos, los logros en el servicio de la Palabra de Dios para congregar su familia. Se menciona la vía mística, de la escucha de Dios. Se vive intensamente, en recogimiento y silencio en las asambleas litúrgicas y la oración matinal. Se abre la pista de la experiencia de Dios, en un camino diferente del intelectual, la vía anagógica que se vuelve sacramental, vía fundamental en la iniciación cristiana. Como complemento de la experiencia visito la diócesis de Huánuco, tierra misionera con enorme necesidad de sacerdotes, Sobrevolando la Cordillera majestuosa de los Andes, puedo estar en las parroquias de Aucayacu (o algo así) y de Tingo María de la selva, con la exuberancia, grandeza e inmensidad de la selva del Amazonas. Hay frescura y entusiasmo en SCALA para seguir en lo porvenir. Se cambia de directiva, elegimos como presidente a un obispo de los que hacen talacha con nosotros todo el tiempo, como obreros de la catequética, que dejan todo y entran humildes en nuestra experiencia de estudio. Él es Monseñor Diego Padrón, de Venezuela. Partimos a nuestros países con enorme deseo de estudiar, reflexionar producir subsidios para la reflexión y la renovación de la evangelización. Queremos abrir horizontes, ya están representados los católicos hispanos de los Estados Unidos, pensamos en los de Canadá, la próxima reunión será en Boston, E. U. En SCALA se siente la necesidad de servir a la Iglesia que educa en la fe, como su instancia de reflexión, para acompañar el trabajo de quienes educan haciendo presente a Cristo que salva, obispos, sacerdotes, catequistas, educadores en la fe, que andan haciendo caminos para encontrar a Jesucristo y seguirlo. |