AGO 242016 El Papa, dirigiéndose a los jóvenes, estudiantes por lo general, en el Estadio Morelos de Morelia, recordaba: "Algo que le dije al presidente de la nación, uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus jóvenes". Al defender el inicio de clases, al pedir que los profes de la CNTE estén en el salón, la Iglesia Católica sólo busca el bien de los jóvenes adolescentes y niños, no es nada personal o gremial. No hay que bajar a las luchas, en el lodazal socio político, luchas entre grupos, jalando la cobija para cubrir necesidades egoístas, sindicales. La Iglesia Católica está por encima de intereses gremiales, más allá de ideologías de izquierda o de derecha. Hay ejemplos patentes de que los profes democráticos sí sirven a una ideología o intereses grupales de dinero, poder y placer, ventajas sindicales, facciosas. Pasan por encima del bien de los niños, a quienes los privan del bien precioso de la educación. Muestran que no les importan. Muestran odio y deseo de destruir a los demás en actos vandálicos, crímenes cometidos contra terceros inocentes, como los dueños de los autobuses secuestrados y quemados, como los ciudadanos que no pueden circular libremente por la ciudad. Entraron en el juego los normalistas, que descuidan su educación de excelencia. Que el CENEVAL les aplique un examen de conocimientos y los dé a conocer para ver su estatura de estudiantes que aspiran a educar a los niños. Entran ahora algunos grupos de comuneros, como los Arantepacua y Turícuaro. Son grupos afines y cometen la misma opresión y crímenes vandálicos, que muestran lo que valen, su retraso social y su egoísmo gremial. Es claro que todos esos no defienden los derechos humanos, más precisamente, la fuente de los derechos humanos, la persona humana, su dignidad. No les importa el ?bien común que es el conjunto de bienes que le son necesarios para realizarse como hermanos de los hombres e hijos de Dios. Los profesores paristas, ausentes de las aulas, muestran no ocuparse de la educación de calidad. Ah! Si tuvieran aprecio y respeto por la persona del niño, el primer bien que tiene la Nación. Ellos están contra la reforma educativa del gobierno y del pueblo mexicano pero es sólo su bandera. Esta no representa nada porque es falaz. Sus intereses son el bien cuestionable del gremio y las ventajas de dinero y poder de sus líderes. Son dignos de felicitación, la gran mayoría de profesores, incluyendo los que se nombran equívocamente democráticos, que han tenido el valor para estar en el salón e iniciar el año escolar. Merecen reconocimiento y no repudio los papás que han exigido que se ponga en práctica la ley que obliga a cumplirles a los niños en el salón desde el primer momento de clase. Ahí es donde se adquieren los derechos de profesores para manifestar en las calles. Los paros van contra el bien de los niños y jamás se justificarán. Hay una razón de fondo, muy hermosa en la fe de Jesucristo quien siempre enseña renunciar a su egoísmo buscando el yo y sus intereses materiales de dinero y poder. El lado positivo es estar vuelto hacia el otro, el prójimo para darle lo mejor de sí mismos, eso es amor. El amor no es el goce egoísta del instinto sexual que se busca a sí mismo y se sirve del otro o de la otra para el propio placer. Amor es buscar el bien del otro y darse a los demás. El ejemplo que tiene la fe católica es vivo, sublime, grandioso, Jesucristo que ama tanto hasta quedar despojado de todo y entregar su vida por la Nación en la cruz, aplastado por los corruptos que buscan sus intereses grupales, pervertidos. La gente tiene esta intuición: lo que busca la CNTE, su fracción más militante y belicosa son las ventajas económicas, cotas de poder y caudal político. Los grandes beneficiados son sus líderes que mienten con mucha frecuencia al pueblo, a los papás y hasta a sus agremiados. La grandeza del ser humano, su madurez está en amar, en servir a los demás para que se realicen y en crear un mundo mejor. |
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