| ABR 192017 Aunque los "años dorados" fueron fundamentales para el cine contemporáneo, es de reconocer y ponderar, que el Séptimo arte tiene presencia en el territorio nacional desde 1896, cuando los hermanos Lumière realizaron la primera proyección abierta, siendo el 15 de agosto ?sólo ocho meses después de su triunfal aparición en París?, la fecha en que la población mexicana tiene acceso a uno de los inventos más novedosos e influyentes en la historia y la cultura de la humanidad, desde finales del siglo XIX. Desde el cine silente, el cine sonoro, el cine a color, la evolución del cine nacional ha sido constante. Actualmente, el impacto económico de la industria cinematográfica es también altamente significativo. Los datos sobre su aporte a la sociedad mexicana en términos de ingresos, empleos, producción de películas, impuestos y reconocimientos internacionales, revelan que el cine mexicano vive una de sus mejores épocas. La cultura en México representa el 2.8% del PIB, cifra superior a la de países como España (2.5%), Costa Rica (2.2%), Colombia (1.8%) y Chile (1.6%). Los dos años anteriores han sido históricos para esta industria, se produjeron más de 150 películas, superando la más alta registrada en 1958. Asimismo, tanto la producción y la audiencia han crecido de manera constante, a un ritmo anual de más del 10%, convirtiéndose en uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional. Un dato que es importante ponderar, es que del total de la producción cinematográfica, el 25% es realizado por mujeres, con una tendencia creciente. Como podemos dar cuenta, desde los albores del cine en nuestro país, el cine mexicano se ha instituido como un instrumento democratizador, un vehículo cultural y un mecanismo que garantiza la diversidad del pensamiento y la libertad de expresión. Su evolución ha permitido generar una importante industria y forjar grandes directores, cineastas, técnicos, fotógrafos, actores y contenido multimedia de talla internacional. Dada la importancia que ha tomado en el ámbito internacional, tanto como manifestación artística como industria cultural, se vuelve fundamental que los gobiernos establezcan mayores mecanismos de fomento e incentivos que permitan capitalizar las externalidades positivas que genera la producción y la difusión del cine nacional. En ese sentido, en el Senado de la República, a través de la Comisión Especial de Rescate y Gestión de la Mexicanidad, propusimos establecer el 15 de agosto de cada año, para que se conmemore el "Día Nacional del Cine Mexicano", a través de esta iniciativa se busca reconocer las grandes aportaciones que ha dado el cine a nuestro país, y sentar las bases para que se establezcan mayores políticas públicas que coadyuven a su consolidación como industria, como elemento socializador y como medio de entretenimiento. |