OCT 132017 Hablando de la vida en las empresas, el liderazgo se confunde demasiado con los puestos de mando que por naturaleza las empresas tienen asignados en sus distintos tipos de organigramas, ser jefe, gerente o director de un área no convierte a quienes ejercen dicho puesto en líderes, erróneamente se plasma ese concepto a quienes ocupan un cargo que implica la supervisión y/o dirección de personal. Inclusive lo poder comparar visiblemente con los políticos de nuestro país, que aunque ocupan un puesto de "elección popular" difícilmente podríamos decir que son líderes políticos, ya que la gran mayoría de ellos no nos inspiran a seguir sus ideales, mucho menos sus actividades. Volviendo al liderazgo dentro de la empresa, es una característica básica para quienes en la actualidad ocupan un espacio donde tienen la responsabilidad de dirigir a otras personas en la realización de sus actividades diarias laborales. La inteligencia emocional es clave para ser un buen líder, el conocer las emociones propias y saber manejarlas permite manejar las de los demás de manera positiva, no como una manipulación del individuo, sino como una manera de influir de manera proactiva en aquellos que necesitan estar motivados principalmente en las áreas de trabajo. Tolerar los errores de los demás, preparar a su equipo, carismático, motivador y saber delegar responsabilidades a sus subordinados son algunas de las características de un líder del Siglo XXI, en tiempos donde las nuevas generaciones se están integrando a la vida laboral y que están influyendo de muchas maneras en la forma en el ambiente laboral, donde los más jóvenes buscan espacios de trabajo más abiertos, horarios flexibles y que sus ideas sean tomadas en cuenta para alcanzar un sentido de pertenencia con la empresa que los contrata. Las empresas deben ser conscientes que el liderazgo es una habilidad que no solo debe desarrollarse, sino que forma parte de una personalidad y que solo quienes son lideres natos podrán influir en los colaboradores de la organización, no importa si al frente de una gerencia se encuentra alguien con una gran experiencia, si su personalidad no genera empatía con las demás personas será complicado lograr que potencialice un equipo de trabajo. Tan vital es colocar en los puestos directivos, tanto en los mandos medios como en los altos niveles de la organización, que se verá reflejado en los próximos años cuando la generación millennial y centennial estén colaborando juntos en su totalidad en las empresas. Recibo sus comentarios en las redes sociales: Facebook: Bryan Ramírez Twitter: @bramirezh Instagram: bramirezh_ |