| DIC 102018 Hoy estamos viendo el surgimiento de un movimiento similar, sin embargo, emerge en una de las economías más importantes de Europa, Francia es el escenario de las protestas de los chalecos amarillos, que al igual que en la primavera árabe no hay líderes, ni grupos específicos a los que se pueda identificar para deshacer el movimiento, se cuentan por decenas de miles que cada fin de semana están protestando contra el gobierno de Emmanuel Macron por el alza en los precios de los combustibles, las protestas de las primeras dos semanas lograron frenar la iniciativa del alza a los combustibles, sin embargo, ahora los manifestantes piden la dimisión del presidente galo, y seguramente no van a desistir hasta lograrlo. En un hecho inédito, las manifestaciones de los chalecos amarillos se están extendiendo a Holanda y Bélgica, ésta última nación es el centro político de la Unión Europea, y en el que pareciera una mala jugada del destino, donde hace casi 8 años las potencias occidentales se quedaron mudas e incluso incentivaron las protestas de la primavera árabe, ahora sus gobiernos podrían sufrir la misma suerte que Libia, Egipto y Túnez. Las casualidades no existen, y este movimiento desestabilizador parece ser parte del nuevo orden mundial, hace un mes el Presidente de Francia Emmanuel Macron tuvo un claro desencuentro con Donald Trump, en el que incluso propuso la creación de un ejército europeo independiente de cualquier influencia de Estados Unidos, en un claro mensaje de desprecio hacia la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada para la protección de toda Europa de cualquier intento de intervención militar en sus territorios y con financiamiento del gobierno de Estados Unidos. Leyendo entre líneas, sería aventurado pensar que después de de dicho desencuentro entre los líderes de Francia y Estados Unidos inician protestas a gran escala en una de las economías más importante de Europa, la cual está en duda sí el turismo pueda llegar a gran escala en este fin de año. Lo preocupante es la expansión de las protestas a otras naciones del viejo continente, las cuales están dejando un claro mensaje de que la intención no es buscar mejores condiciones laborales y de calidad de vida como sucede en Francia, al igual que la primavera árabe, que tuvo un claro objetivo de intervención disfrazada por parte de las potencias occidentales (incluyendo a los miembros de la Unión Europea incluyendo a Francia), el movimiento de los chalecos amarillos estarían despertando a lo que podríamos llamar el Invierno Europeo, haciendo referencia al movimiento de la primavera árabe. Si las protestas se expanden por europa en las próximas semanas, estaríamos frente al estallido del Invierno Europeo, y así como en 2011 esas mismas potencias ignoraron a Libia, Egipto, Túnez y de paso vieron cómo se creó una crisis humanitaria en Siria, ahora las potencias que tienen el control geopolítico, económico y militar en todo el planeta (Rusia, China y Estados Unidos), solo serán expectantes de cómo se podría incendiar el viejo continente, en una clara intención de reforzar el nuevo orden mundial. |