| FEB 232018 - Somos ciudadanos de este mundo y tenemos que mejorarlo cada día y toda creatura que vivan en el, pero sobre todo, somos ciudadanos del cielo y no nos vamos a nacionalizarnos definitivamente, acá en el mundo porque vamos de paso y debemos hacer planes para la eternidad porque, este mundo sus estrellas, sol y luna un día se van a acabar, en cambio es nuestro espíritu o alma eterna, indestructible y tan importante, que Dios sacrificó a su hijo en la cruz por nosotros verdaderamente y no como Abraham, que quiso sacrificar a su hijo Isaac pero a la mera hora Dios no lo permitió, ¿qué más prueba de amor hemos recibido de Dios que sacrificar a su hijo único? - El conservar la esperanza a pesar de la pobreza, el hambre, la corrupción de nuestros gobernantes, porque ahora tienen postulados a senadores y diputados a verdaderos delincuentes que andan huyendo, pero ya nombrados diputados plurinominales ¿quien les hace algo? Supermán les viene guango, ¿qué clase de gobierno nos espera? Y a pesar de todo con la esperanza nos conservaremos llenos de vitalidad. - No olvidemos que la gloria pasa por la cruz. - Nuestros candidatos proponen una constitución del bien para acabar con la violencia y la corrupción, pera que esa constitución ya está en los mandamientos - * No matarás y aprueban el aborto - * No cometerás adulterio y aprueban la unión de jotos y lesbianas - * No robarás y eso es lo que más hacen, amar y servir a Dios y al prójimo y eso es lo que más hacen, quitar los pecados capitales - * Orgullo y lo ven chiquito a uno. - * La gula hay puro panzón y borracho, con puro vino caro - * La lujuria y no dejan a una para comadre - * La ira y mandan matar a los que les estorban - * La avaricia y cada periodo se aumentan el suelazo, se hacen cirugía plastica a costa de nosotros las esposas y no conformes se ponen pensiones multimillonarias y al pobre campesino nada, no sacan los gastos de la siembra y gracias a ellos no nos morimos de hambre ¿cuál constitución del bien? No sean mameyes. - Dios dice este es mi hijo amado escúchenlo, escúchenlo. - Escuchen a mi hijo amado que ahora hable en: - El que quiere ropita que ya no sirva. - El que no tiene empleo. - El que pide una limosna, etc. - Le preguntan a un padrecito medio enamorado: - Padre, veremos al papa que dé permiso de casarse a los sacerdotes - Nosotros no, pero nuestros hijos si Que Dios los bendiga. |