Al menos 15 michoacanos siguen desaparecidos en el vecino estado de Colima desde 2010, de quienes se presume pudieron ser levantados al parecer por el crimen organizado que opera en aquella entidad, solo por ser de otra parte del país.

Asimismo, con los ahora extraviados se perdieron dos jóvenes tecomenses, una mujer y un hombre, sumando un total de 17 personas desaparecidas.

Aunado a lo anterior, entre 2009 y 2012 tres michoacanos más fueron encontrados muertos luego de ser privados de su libertad, uno de ellos era papá de uno de los muchachos que aún no ha sido encontrado, quien se había movilizado en repetidas ocasiones para denunciar públicamente con marchas el caso de su hijo.

De los 15 michoacanos desaparecidos "oficialmente", nadie conoce su paradero y aparentemente ninguna autoridad ha hecho algo para encontrarlos, según lo comentado a este medio por sus propios familiares.

La mayoría de los extraviados son originarios y vecinos de la costa/sierra nahua y otros de Sahuayo, se presume que hay más gente perdida, pero se cree que es muy probable que estos hechos no sean denunciados por temor.

Entre los conciudadanos que han desaparecido están estudiantes, profesionistas, empresarios y comerciantes, todos ellos conocidos por sus parientes y por la sociedad en general por ser personas de bien y trabajadoras, quienes desafortunadamente se han perdido, tristemente y tal vez por el incremento de la inseguridad aunada a la delincuencia organizada.

El recuento de 2012
El 2 de marzo, en la localidad de Callejones, municipio de Tecomán, Colima, desapareció Juan Landín Serrano, de 42 años de edad, quien era un agricultor de Coahuayana que rentaba un rancho platanero en ese lugar; sus familiares presentaron la denuncia correspondiente en la agencia del Ministerio Público ubicada en Cerro de Ortega, en aquella región, pero no obtuvieron resultados positivos.

El 1 de mayo, tres jóvenes de Aquila salieron por la noche a las fiestas del pueblo de La Placita, en ese municipio, donde convivieron con una joven que los invitó a dar una vuelta a la población de Cerro de Ortega, en Tecomán, Colima, lugar donde los cuatro se extraviaron y hasta el momento no hay noticias de ellos, quienes son José Manuel Campos Luna, de 24 años, Oscar Adrián Llamas García, de 18 años, Alejandro Gutiérrez Triana, de 19 y Ana Bailón Reinoso.

El 15 de julio desaparecieron también en Tecomán, Colima, dos hermanos que residían en la ranchería de El Comedor, municipio de Aquila, uno era psicólogo y otro maestro del Tecnológico de Coalcomán, ellos son Martín Acevedo Espíndola, de 24 años y Francisco Acevedo Espíndola, de 27.

El 9 de agosto se perdió J. Guadalupe González Berber, de 54 años, originario de Coalcomán, a quien se le vio por última vez en el municipio colimense de Villa de Álvarez.

Casos de 2010
El 25 de septiembre desaparecieron seis jóvenes de Sahuayo y Jiquilpan junto con un amigo de Tecomán, quienes se dirigían a Manzanillo, Colima a pasar un fin de semana. En enero de 2012 la Procuraduría General de la República ofreció una recompensa de 10 millones de pesos por su localización y 5 millones más por datos que llevaran a detener a quienes los privaron de su libertad.

Los muchachos, hasta la fecha extraviados son Roberto García Álvarez, de 23 años, Sergio Hernández Campos, de 22, Bryan Hernández Arredondo, de 23, Arturo Martínez Sánchez, de 21, Fernando González Arzate, de 20, Jorge Pimentel, de 19 y el tecomense José Carlos Novoa Ortiz.

El 6 de diciembre, también en Manzanillo se perdieron dos Sahuayenses que habían acudido a vender huaraches, ellos son Carlos Ayala Galván y César Octavio Tafolla Ochoa.

Levantados
En 2009, en Manzanillo fueron levantados dos jóvenes de Apatzingán, cuyos cuerpos fueron encontrados el 21 de agosto de ese mismo año, en una fosa clandestina ubicada en las inmediaciones del kilómetro 77, de la autopista a Colima. Ellos eran José Iván Arreguín Esquivel, de 24 años y Edén Arreguín Esquivel, de 22, fueron encontrados torturados y con impactos de bala.

El 9 de mayo de 2012, se perdió Fernando Landín Anguiano, papá del desaparecido Juan Landín, después de que realizó un plantón con habitantes de Aquila en el puente "Coahuayana" y denunció públicamente la desaparición de su hijo.

El cadáver de Fernando Landín fue encontrado por sus propios parientes sin ayuda de ninguna autoridad, en el rancho que rentaba su descendiente en Colima, estaba sepultado en una fosa clandestina. A través de estudios de ADN la Procuraduría General de Justicia de Colima (PGJC) confirmó que se trataba del cuerpo de Fernando.