Empleados del Rancho Santa Fe, ubicado sobre la carretera Álvaro Obregón-Indaparapeo, en esta municipalidad, denunciaron ante la prensa los supuestos abusos que dijeron haber sufrido a manos de al menos 60 elementos de la Policía Federal (PF), quienes aseguraron catearon dicha propiedad sin ninguna orden judicial; además, los afectados aseveraron que los oficiales robaron cerca de 25 mil pesos en efectivo del lugar, así como otros objetos de valor, en medio de acciones violatorias de los derechos humanos.

Dicho sitio se dedica a la venta de semillas y alimentos para ganado y caballos, así como a la renta jardines y salones para eventos sociales, explicaron los mismos trabajadores.

Sobre lo ocurrido, uno de los obreros narró: "Todo empezó como a las nueve y media de la mañana (de este jueves), primero vimos que dos helicópteros volaban muy bajito, pero no nos pareció raro porque cerca de aquí está el Aeropuerto, y después de un rato llegaron muchas camionetas de la Federal con un montón de policías, nos tiraron al piso boca abajo y nos ordenaron que no levantáramos la cara para verlos, entonces comenzaron a insultarnos y nos preguntaron que dónde estaban los caballos de Kike".

El entrevistado añadió que él les respondió a los uniformados que no sabía de qué Kike les hablaban: "Les dije que no sabía de qué Kike nos estaban preguntando, entonces se enojaron y me golpearon y me contestaron que si no les decía nada se iban a meter con mi familia".

Fueron alrededor de 70 empleados los que supuestamente fueron amedrentados por los policías federales, explicaron los mismos trabajadores: "-Los federales- venían con tres personas vestidas de civil, dos eran unos jóvenes como de 25 años y la otra era un hombre mayor, ellos nos tomaron fotos y nos preguntaron nuestros nombres y direcciones dizque por sí nos llegaban a reconocer, los policías nos insultaban constantemente y nos agredían físicamente, para luego amenazarnos con volver para que les dijéramos según ellos la verdad", dijo otro de los empleados con la voz quebrada, que aún temblaba por lo sucedido.

"Ya cuando se iban nos dijeron: verdad que los tratamos bien, verdad que aquí no pasó nada, pero con un tono de intimidación y no tuvimos más remedio que darles por su lado, pero la realidad fue que se robaron varias cosas, entre ellas 25 mil pesos en efectivo de una oficina que eran producto de las ventas y además nos revisaron nuestras mochilas y nos tiraron nuestro almuerzo", comentó otra de las víctimas.

Ante este panorama, ahora los empleados están asustados y temen represalias de los agentes de la PF: "Nuestro temor es que nos quieran inculpar de algo sin haber hecho nada, somos gente de campo que únicamente trabajamos por nuestras familias y no se vale que la autoridad nos trate así, con el pretexto de que están combatiendo a los criminales", opinó otro de los agraviados.