Puede que el césped no haya sido la superficie en la que históricamente los jugadores españoles hayan mostrado su mejor versión, salvo en contadas excepciones. Y Carlos Alcaraz volvió a demostrar que él es una de ellas este domingo en el Championships, donde conquistó el título.
El murciano de 22 años confirmó su relación de éxito con la superficie, derrotando en la última ronda del ATP 500 de Queen's a Jiri Lehecka por 7-5, 6-7(5), 6-2, en dos horas y 8 minutos. Esta victoria que lo convierte en uno de los grandes dominadores de la superficie en activo. No obstante, es uno de las cinco raquetas que sabe lo que es ganar cuatro títulos o más.
Alcaraz, que ya fue campeón en Londres en 2023, recogió su cuarto trofeo en hierba, tantos como Rafael Nadal logró a lo largo de su carrera. De hecho, presentan un reparto similar con 2 coronas en Wimbledon y otras dos en Queen's. El No. 2 del ATP Rankings registra, además, un balance imponente sobre césped: 29 victorias y solo 3 derrotas en toda su carrera. Además, es el líder actual de triunfos en el ATP Tour, con 43.
"Este torneo es muy especial para mí," dijo Alcaraz. "Estoy feliz de levantar el trofeo una vez más. Vine sin expectativas, solo a jugar buen tenis y a adaptarme a la hierba. Tuve la suerte de contar con muchos amigos y familiares aquí, lo que me hizo sentir muy cómodo tanto dentro como fuera de la pista".
El murciano prolongó el estado de gracia que vive en el circuito, enlazando ya su tercer título consecutivo (Roma, Roland Garros y Queen's) y quinto de la temporada (también Róterdam y Montecarlo).
Alcaraz se llevó el primer set tras una retahíla de juegos muy igualados. Con un break cuando Lehecka sacaba para asegurarse el desempate, el joven de 22 años dio el paso adelante necesario que le permitió hacerse con la manga inaugural, tomando la delantera en la lucha por el trofeo de Queen's.
Sin embargo, Lehecka no perdió la fe en la victoria. Insistiendo con su poderoso servicio, el checo fue sacando adelante sus turnos de saque en el segundo set y, esta vez sí, consiguió asegurarse el tie-break. Allí, el No. 30 mundial aprovechó una doble falta de su rival para empatar la final, mandándola al set decisivo.
Lejos de resentirse por el golpe, Alcaraz salió lanzado a ese tercer parcial. Más agresivo y decido que nunca, el español consiguió una rotura clave para colocarse 3-1, viento a favor, y acelerar hacia su segundo título en Queen's.