Tras su jornada de protestas de 72 horas y haber conseguido que la presidenta Claudia Sheinbaum retirara su propuesta de reforma al ISSSTE, los maestros de la CNTE levantaron su plantón del Zócalo pero amenazaron con regresar ahora con un paro indefinido hasta derogar completamente la Ley del ISSSTE de 2007.

"Nada está resuelto, porque apenas fue un triunfo parcial que retiraran esta iniciativa de ley, cuando la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, en 45 años, no había logrado que retiraran una iniciativa de ley lesiva, pero eso es apenas el comienzo. Hoy vamos, compañeros y compañeras, porque se quite la Ley del ISSSTE 2007", arengó el dirigente de la CNTE en la Ciudad de México, Pedro Hernández, en un templete en el Zócalo.

Previamente, unos 15 mil maestros, según personal de vigilancia del Gobierno de la Ciudad, marcharon desde el Metro San Cosme, por Insurgentes, Chapultepec y Eje Central hasta el Zócalo, como la última actividad de sus tres días de paro y protesta, a pesar de que el martes, la Presidenta confirmó que iba a retirar su propuesta de cambio a la Ley del ISSSTE.

La CNTE aprovechó esta inconformidad para reclamar el cumplimiento de la promesa que les hizo desde hace seis años el ex presidente Andrés Manuel López Obrador de abrogar por completo la reforma de 2007, que cambió el anterior sistema de pensiones que permitía salarios de hasta el 100 por ciento, por el de las cuentas de ahorro individual.

Por separado, le sumaron que el pago se hiciera no por unidades de medida, sino por salario mínimo que han tenido aumentos de más del 100 por ciento y que la edad para el retiro se tomara no por edad sino por años de trabajo.

Los maestros aseguraron que los recursos para el pago de las pensiones a unos 3 millones de trabajadores se pueden obtener de sus fondos que están en las Afores, así como de los adeudos que acusaron, tienen los Gobiernos estatales con el ISSSTE.

"Le contestamos a la Presidenta de frente aquí a Palacio Nacional que sí existe el dinero, que no estamos pidiendo un privilegio, que más de 8 billones de pesos se llevan 10 grandes Afores y que ese es el negocio que está defendiendo el neoliberalismo", acusó.

"Que no es cierto que no haya recursos cuando los Gobiernos de los estados se han apropiado de 90 mil millones de pesos de cuotas que nosotros incluso hemos pagado".

"No estamos pidiendo privilegios, no estamos diciendo que el erario público cubra las pensiones como debería de ser la obligación del Estado. Estamos planteando que los grandes capitalistas deben de pagar lo que deben".

Los dirigentes declararon una pausa en sus protestas para regresar a sus estados, realizar una asamblea nacional y de decidir si se van o no a un paro indefinido de labores para presionar en sus demandas, además de una nueva reunión con Sheinbaum.

"Pedimos, exigimos, al Ejecutivo federal que de una vez por todas se siente y ya no nos siga dando atole con el dedo en esas mesas de dilación. Queremos resoluciones concretas, queremos la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007 implementada por Felipe Calderón y que de una vez la abrogue, porque basta de mentiras, de decir que no puede, que no hay condiciones, que no hay dinero".

"Sí puede, porque tiene la mayoría en su Gabinete, tiene Morena la mayoría en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores. Es necesario que ahorita se le diga a la Presidenta que en esa semana no puede pasar para la próxima, de que se siente y responda, que dé la cara de la que refrendó ante nosotros, ante el pueblo y el pueblo trabajador, de que no iba a dejar una coma en la reforma educativa", dijo la Secretaria de la Sección 22 de Oaxaca, Araceli Pérez Martínez.

Apenas los dirigentes terminaron sus discursos, cientos de profesores comenzaron a desarmar sus casas de campaña, a recoger sus cobijas, sus bancos, sus botellas de agua, incluso ventiladores y se reunieron en pequeños grupos, antes de buscar sus camiones de regreso a Oaxaca, Chiapas, Michoacán, incluso a Sonora.

"Ya nos vamos, creo que vamos a regresar hasta mayo, cuando comience el paro indefinido", dijo un maestro de Oaxaca, con un banquito de plástico casi nuevo entre los brazos.