El primer cuerpo de bomberos de México se formó en la ciudad de Veracruz, el 22 de agosto de 1873, por eso en ese día los recordamos y festejamos. En la historia de los "tragahumos", muchos han perdido la vida o sufrido terribles accidentes en su afán de salvar a los demás.

Estos verdaderos héroes son padres de familia, hijos, hermanos, amigos, que todos los días salen de sus hogares sin saber si volverán o no, pero siempre enfrentan cada nuevo reto con mucho profesionalismo.

En su labor exponen su integridad física y en cada emergencia muestran la fortaleza suficiente para controlar sus temores, sus nervios y el miedo terrible al dragón: el fuego.

Saben que el tiempo es muy valioso y que cada segundo de atraso puede representar la perdida de una vida, por ello diariamente se preparan para afrontar los nuevos peligros y de los ya habidos toman experiencia.

Ser bombero es valor, es corazón, es amor al prójimo y convicción de ayuda, pero también es trabajo, estudio y práctica para enfrentar cada peligrosa misión.

El Heroico Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Uruapan que comanda Alejandro Javier Quesada López, es uno de los más antiguos del país; sus integrantes participan por vocación, sin sueldo alguno y la institución se mantiene únicamente de las aportaciones de la sociedad.

Hoy sábado conmemoraron su día con una misa en el templo del Perpetuo Socorro, de la colonia Ramón Farías, y posteriormente disfrutaron con sus familias de un convivio en La Pinera, donde se les reconoció lo que han hecho por los uruapenses.