Nuevamente habitantes de las casas del estudiante 2 de Octubre y Nicolaita han vuelto a desquiciar el Centro Histórico, de Morelia, donde con colchones, bancas y autos secuestrados bloquearon diversas avenidas como "medio de presión para que el gobierno cumpla sus demandas".
Otra vez con la impunidad que acostumbran tener, desde las 6:00 horas, los integrantes del Movimiento de Aspirantes y Rechazados (MAR) y de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL), bajaron a los choferes del gobierno municipal y federal de sus vehículos y usaron los automotores para cortar la circulación de las calles.
En torno a la Plaza Carrillo, donde está el inmueble de la Casa del Estudiante Nicolaita, los alborotadores cerraron diversas rutas: en la Calzada Juárez a la altura de la calle Zamora atravesaron un Nissan, Tsuru, color blanco, con número económico 022 y placas PH27164, de la Comisión Coordinadora del Transporte.
En la calle Lago de Tequesquitengo pusieron una camioneta Ford, pick-up, con matrícula MZ39391 de la Comisión Nacional Forestal; en la calle Manuel Muñiz bloquearon con una Ford Super Duty, con láminas MY27770, de la Dirección de Aseo Público Municipal y en Abasolo y Benedicto López obstruyeron el paso con una Ford Ranger, color blanco, sin placas, del ayuntamiento municipal.
Mientras que en la avenida Madero, los moradores de la Nicolaita taponearon dicha arteria vial con bancas y colchones, desde la calle Andrés Quintana Roo hasta Abasolo.
Lo anterior generó un caos vial, los automóviles avanzaban a vuelta de rueda sobre las avenidas Madero, Lázaro Cárdenas, Solidaridad, así como también por las calles Allende, Aldama, Corregidora, Nicolás Bravo, Andrés Quintana Roo, Manuel Muñiz y Calzada Juárez, donde hasta el transporte público tuvo que modificar sus rutas, ante la desesperación de sus pasajeros por llegar tarde a sus trabajos o a sus escuelas.
Incluso gente que tiene sus hogares por esas zonas, tuvo que dejar sus coches lejos e ingresar a pie, debido a que sin represión alguna por parte de las autoridades, los estudiantes otra vez hicieron de las suyas.
En estas acciones se veía a los quejosos cómodamente arriba de los vehículos oficiales de las distintas dependencias, donde comían sus alimentos y disfrutaban del sol, la presión incluía "cascaritas de futbol" en diversas calles, mientras que el resto de la población manifestaba estar harta de ellos.
Varios ciudadanos molestos dijeron que los manifestantes ni siquiera eran de Michoacán y "por manejos turbios y políticos" estaban en las casas del estudiante que "deberían pertenecer solo a los michoacanos".
Sobre sus peticiones, se pudo conocer que los miembros de la MAR y de la CUL, desean recursos, se desconoce si materiales o monetarios, "para salir a las comunidades más marginadas y lejanas del estado para dar a conocer los programas de estudios de la Universidad Michoacana y los albergues estudiantiles que existen, y con ello piden que su pliego petitorio-se ignora cuál-se cumpla al 75 por ciento".