En medio de una relativa calma, pero sobretodo de profunda tristeza familiares de los dos comuneros asesinados, luego de desaparecer el pasado domingo, lloran a sus muertos. Hasta el medio día de este miércoles continúan siendo velados los cuerpos de Urbano Macías Rafael y Guadalupe Gerónimo Velázquez, cada uno en sus domicilios y no en la plaza principal de Cherán como se había hecho con las víctimas anteriores.

Con impotencia y el dolor, Lourdes Macías Tomás, viuda de Urbano Macías Rafael, de 42 años de edad, un hombre que se dedicaba al campo y que desapareció cuando iba a vigilar a sus animales, reclama justicia.

"¿Cuántos muertos más tiene que haber para que hagan algo?", cuestiona llena de rabia e incesante llanto. "Ya no sabemos si nuestros esposo van a regresar cuando salen".

Entre los dolientes, se percibe el coraje y el enojo por la falta de autoridad que garantice las condiciones de seguridad del pueblo, por eso cansados de la situación han advertido que de ser necesario van a "levantarse en armas" para hacerse justicia por su propia mano.