Esquema, 21/04/2012
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Se fue el amigo, el compañero, el padre de familia, el esposo, el ciudadano, se marchó "al más allá", pero se quedó en los corazones de todos sus seres amados y colegas, el policía Francisco Espinoza Flores, quien murió en el cumplimiento de su deber, cuando el pasado viernes intentó evitar un asalto en pleno Centro Histórico, de esta capital, en compañía de otro uniformado, quien aún continúa gravemente herido en el Seguro Social Camelinas.
Las palabras sobraron para dar el pésame a los dolientes, cuyos rostros quedaron marcados con la imborrable huella que deja el perder a un ser querido; el oficial Francisco o "Pancho", como se le conocía afectuosamente, siempre será recordado por su entrega y profesionalismo en cada operativo, en cada misión, en cada orden cumplida, manifestaron sus hermanos de armas, en las instalaciones de una conocida funeraria ubicada en Rayón y Allende, de la colonia centro, de esta urbe, donde lo velaban.
Una vez más, la Policía se vistió de luto, le dijo adiós a otro de sus hijos, quien partió rumbo al descanso eterno, siendo despedido por los suyos como lo que fue: todo un héroe, dejando así el ejemplo para todos los demás elementos y las generaciones de cadetes que se quedan a cumplir con la noble tarea, pero también difícil y a veces mal correspondida de servir a la ciudadanía.
Así pues, minutos antes de las 14:00 horas, se dio el pase de lista al oficial caído, cuando un comandante de la PEP dijo fuertemente: Francisco Espinoza Flores, y el resto de la tropa respondió a una sola voz: "¡Presente!", mientras su piel se erizaba en señal de su más sentida despedida, de su más sentido adiós.
Finalmente, el cortejo fúnebre compuesto por más de 30 patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, acompañó a "Panchito" hasta la salida a Charo de esta ciudad, donde partió de regreso a su tierra natal, en el Estado de México, donde sus deudos le darán sepultura en un panteón local, no hubo homenaje en el Monumento al Policía Caído, el homenaje fue reconocer el gran ser humano y oficial que siempre fue Pancho durante su vida.
Las palabras sobraron para dar el pésame a los dolientes, cuyos rostros quedaron marcados con la imborrable huella que deja el perder a un ser querido; el oficial Francisco o "Pancho", como se le conocía afectuosamente, siempre será recordado por su entrega y profesionalismo en cada operativo, en cada misión, en cada orden cumplida, manifestaron sus hermanos de armas, en las instalaciones de una conocida funeraria ubicada en Rayón y Allende, de la colonia centro, de esta urbe, donde lo velaban.
Una vez más, la Policía se vistió de luto, le dijo adiós a otro de sus hijos, quien partió rumbo al descanso eterno, siendo despedido por los suyos como lo que fue: todo un héroe, dejando así el ejemplo para todos los demás elementos y las generaciones de cadetes que se quedan a cumplir con la noble tarea, pero también difícil y a veces mal correspondida de servir a la ciudadanía.
Así pues, minutos antes de las 14:00 horas, se dio el pase de lista al oficial caído, cuando un comandante de la PEP dijo fuertemente: Francisco Espinoza Flores, y el resto de la tropa respondió a una sola voz: "¡Presente!", mientras su piel se erizaba en señal de su más sentida despedida, de su más sentido adiós.
Finalmente, el cortejo fúnebre compuesto por más de 30 patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, acompañó a "Panchito" hasta la salida a Charo de esta ciudad, donde partió de regreso a su tierra natal, en el Estado de México, donde sus deudos le darán sepultura en un panteón local, no hubo homenaje en el Monumento al Policía Caído, el homenaje fue reconocer el gran ser humano y oficial que siempre fue Pancho durante su vida.
