Pobladores de la comunidad de Arantepacua, se manifestaron este jueves en la PGJE, para exigir a las autoridades el "cese a la represión" que han vivido en las últimas horas, donde incluso se registró un enfrentamiento entre los comuneros y el Estado de Fuerza, que arrojó hasta el momento, tres muertos.

Acompañados por el alcalde de Nahuatzen, Miguel Prado Morales, los habitantes aseguraron que las armas decomisadas fueron sembradas por los agentes del orden, pues sólo estaban armados con piedras y palos.

"Nosotros decimos que el día martes, no bloqueamos nosotros. Fueron los granaderos quienes no querían que nosotros nos presentáramos en la capital, porque teníamos una mesa de diálogo con el subsecretario Armando Hurtado...En total son 38 compañeros de ese día, porque hay más, no hemos tenido ninguna respuesta. Desde el momento en que ellos fueron detenidos, hemos tenido el apoyo de los abogados de la Sección XVIII que están llevando el caso", comentó.

Según los dichos de los abogados, refirió el edil, no se sabe qué delitos se les ha incautado a los detenidos, pues ni la procuraduría "tiene información al respecto".

Asimismo, indicó que, como presidente municipal, nunca fue enterado del operativo que la Secretaría de Seguridad Pública pretendía implementar en la zona, que derivó en el enfrentamiento donde perdieron la vida, según fuentes extraoficiales, al menos tres personas.

"Los compañeros están detenidos aquí porque el gobierno estatal teme a la organización que tenemos como comunidad indígena, que es lo que nos caracteriza..En ningún momento se me tomó en cuenta o se me informó sobre el hecho tan violento que realizaron. Nosotros estuvimos presentes. Como presidente municipal y autoridades, exigimos esclarecimiento y que se castigue a los culpables y que se aplique todo el peso de la ley", agregó.

Según las últimas cifras dadas por la mañana de este jueves, se tenían contabilizados a 10 personas desaparecidas, un menor de edad fallecido por impacto de arma de fuego, así como tres policías lesionados de gravedad.

"Nosotros lo único que hicimos, ante el hecho de esta amenaza de querer ingresar a la comunidad, simplemente nos defendimos. No podemos decir más. Nos defendimos como deberíamos defendernos. De alguna manera queremos ver que el gobierno nos incautó las armas. No es posible que portemos armas que el ejército porta. Nuestras únicas armas fue la organización, un palo, un machete y una simple piedra. No tenemos escudos", comentó.

Luego del hecho, los habitantes anunciaron nuevas medidas radicales, sin precisar cuáles serán éstas.