El mundo ha comenzado a prepararse para la potente tormenta solar que tendrá lugar en 2013, cuando el Sol llegue al punto crítico de su ciclo natural, elevando las probabilidades de producir eventos de ráfagas de gran magnitud.

Luego de la advertencia de la NASA al respecto, el Congreso de los Estados Unidos ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía con el fin de extremar ciertos recaudos para enfrentar lo que podría ser una verdadera catástrofe. Dentro del plan de emergencia sugerido se sugiere el acopio comunitario de recursos básicos de supervivencia, como agua, energía y alimentos.

Varios países europeos, España, Alemania y Francia entre otros, ya están trabajando en la misma línea, en pos de desarrollar un plan preventivo ante las posibles consecuencias de una tormenta solar de una envergadura similar a la que azotara a la Tierra en 1856.

De todos modos, aún no puede saberse a ciencia cierta de qué manera sucederá el fenómeno, y cuáles pueden ser sus consecuencias; si bien el campo magnético que protege la Tierra está preparado para repeler la radiación de una tormenta geo-magnética, no se descarta que algunas partículas penetren a través de los polos pudiendo llegar a producir fallas en las redes eléctricas y de comunicación.

A medida que se acerque el momento seguramente se tendrán más datos del riesgo a los que se expone la Tierra, pero los gobiernos del mundo ya han comenzado a prepararse para enfrentar el peor escenario posible.