Luego de dice días de competencias, llegó a su fin los primeros juegos mundiales de los pueblos indígenas, al cual concurrieron mil 800 atletas de 24 etnias de 23 países del mundo; México participó con una delegación de 50 atletas de las diferentes etnias, diez de ellos del equipo de uárhukua y de canotaje tradicional del estado de Michoacán.

El presidente de la asociación de juegos y deportes autóctonos y tradicionales de Michoacán, José Luis Aguilera Ortiz, dijo que ambas delegaciones michoacanas, tuvieron una destacada participación; la pasárhuakua o pelota encendida, definitivamente que encantó al público asistente, la bautizaron como el juego de la bola de fuego, señaló.

Desde la inauguración, a cargo de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se presentaron rituales, competencias y juegos de exhibición; luchas corporales, carreras de fondo, cable de fuerza, lanzamiento de lanza y muchos más.

Este mundial, agregó, dio la oportunidad de conocer otras culturas indígenas del mundo, nuevos deportes, artesanías, costumbres, pero principalmente, el de unificar las etnias de los pueblos y conservación de deportes autóctonos; de que el mundo mirara, conociera para su difusión de la amplia riqueza étnica de los pueblos originarios del mundo.