Entre flores, música y veladoras, comienza celebración de Día de Muertos
Violeta Gil, 01/11/2012

Entre flores, música y veladoras, comienza celebración de Día de Muertos
Morelia, Mich.

Entre flores, música y veladoras se comienza a vivir ya la celebración de la Noche de Muertos. Conforme transcurren las horas de este primero de noviembre, el panteón Municipal de Morelia se va llenando de gente que vienen a ver a sus difuntos, a rezar y a recordar, por qué no, un poco de lo que sus seres queridos fueron e hicieron en vida.

Conjuntos norteños pasean por los andadores del panteón, en espera de que los visitantes soliciten sus servicios musicales y poder entonar un par de canciones dedicadas a las personas que se nos adelantaron en el camino. Las golondrinas, Puño de Tierra, Amigos y Enemigos son algunas canciones que suenan a lo largo del día y que los músicos no se cansan de interpretar.

Parece que el día de hoy, el día en que los angelitos vienen, el cementerio se llena de jóvenes que buscan ayudar a las personas a cargar las cubetas llenas de agua, a pintar las letras de las lápidas, que por el desgaste del tiempo ya se han borrado, y a ayudar a limpiar las tumbas y llenarlas de flores a cambio de unas monedas.

Se vive un ambiente en el que la alegría se conjuga con la nostalgia, el recuerdo y la tristeza para algunos y es que durante estos dos días, los muertos mexicanos son recordados, reciben oraciones y se les ofrendan aquellas cosas que tanto les gustaban en vida.

Para algunos, tequila y comida muy mexicana, a los más peques flores y algún juguete; poco a poco cada tumba gris, va adquiriendo el color que le dan las flores de muchos estilos y gamas: el tradicional cempasúchil, nube, rosas y margaritas. Es como el reflejo de un juego en el que la vida y la muerte se dejan ver, en el que conviven por dos días y dos noches, en el que la muerte deja regresar a los difuntos a disfrutar de las ofrendas que sus parientes montaron en su honor.

Juan Manuel Vallejo, desde hace 27 años va acompañado de su papá y su madre a visitar a su hermana, con música de fondo, nos explica que es su padre el que cada año contrata a un conjunto para que toque al lado de la tumba de su hermana, como una forma de que saber que ellos (los difuntos) vienen y están con los que aún vivimos.

Por donde quiera que se vea, se puede observar a gente ya sea colocando flores de cempasúchil, rezando a su difunto, contemplando una tumba, conviviendo con la familia, limpiando las lápidas, recordando a sus seres queridos.

"Venimos por cuatro personas, un tío que llegó de Estados Unidos ya fallecido, mi abuelita, una hermana de mi mamá y mi bisabuela, venimos a dejarles un poco de lo que a ellos les gustaba en vida", aseguró Bernardo Ayala, otro joven, quien explicó debido a que este año murió su tío le trajeron un conjunto norteño para darle un poco de la música que le gustaba.

Alrededor de 50 mil personas visitarán el panteón municipal durante estos dos días, en los que las tradiciones mexicanas no solo se viven en la Zona Lacustre del Lago de Pátzcuaro, sino que en la capital michoacana y sus alrededores, los edificios coloniales y casas se iluminan con las velas de los altares.

Así que después de visitar a su difunto, no dude en recorrer los bellos espacios de esta Ciudad de la Cantera Rosa, como la Calzada Fray Antonio de San Miguel, popularmente conocida como la Calzada de San Diego, la Plaza Morelos, el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás, el Antiguo Palacio de Justicia y el Jardín de las Rosas, así como los diversos edificios públicos, escuelas y edificios de gobierno que cuentan con singulares altares en los que se mezcla el estilo arquitectónico que dejó la época colonial con nuestras tradiciones ancestrales.