La diplomacia mexicana, que durante los gobiernos del PRI procuró mantenerse neutral y en un plan conciliador, utilizó ayer en un comunicado, calificativos en contra de Corea del Norte y asumió, de facto, una posición a favor de Estados Unidos.

Señaló que la República Popular Democrática de Corea debe suspender "sus amenazas beligerantes que ponen en peligro la paz y la estabilidad en su Península, en esa región del mundo y a nivel internacional".

"México exhorta a todas las partes a mostrar mesura y a realizar todos los esfuerzos que se encuentren a su alcance para evitar una escalada de la presente situación y para mantener la búsqueda de una solución negociada y definitiva en la Península", indica la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Otros gobiernos de la región, como Perú, El Salvador y Chile, también se pronunciaron a favor del diálogo entre Pyongyang y Seúl, para desactivar la tensión que ha puesto a ambos países al borde de una guerra.

La Unión Europea llamó a la calma para evitar "errores de cálculo" en un momento en que continúan las maniobras militares en la Península de Corea.

En este contexto de presión internacional, Corea del Norte no da un paso atrás, y este sábado amenazó con cerrar un parque industrial conjunto que mantiene con su vecino del Sur, si el Gobierno de Seúl continúa con "sus insultos contra la dignidad" del régimen comunista de Pyongyang.