El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, informó que se localizaron signos de corrupción en siete cuarteles de Seguridad Pública de Michoacán, construidos durante la administración 2015-2021, encabezada por Silvano Aureoles Conejo.

El mandatario estatal señaló que se detectó que las edificaciones estaban descuidadas y
construidas con materiales de baja calidad en las áreas de trabajo de los policías y de
atención al público, pero que contaba con partes que calificó de lujosas, asignadas para que
ahí pernoctara el gobernador.

"Tenemos hallazgos muy sobresalientes que indican a todas luces actos de corrupción, de
lujos graves que nos marcan la pauta de porque no había recursos a final del gobierno
pasado para pagarle a maestros y demás servidores públicos", detalló.

Los cuarteles involucrados son los de Coalcomán, Jiquilpan, Apatzingán, Lázaro Cárdenas,
Zitácuaro, Uruapan y Huetamo construidas por Inmobiliaria D y F SA de CV.

La primera inconsistencia señalada es que se les tuvo en contrato de arrendamiento, aunque
la empresa no era propietaria de los terrenos y además con pagos cuando la obra aún no
existía.

"El gobierno le pagó a una empresa que no era propietaria del terreno y le renta propiedad
inexistente (...) simularon contratos de arrendamiento que realmente eran de obra pública
para evadir la ley de adquisiciones y las licitaciones".

En el caso de Uruapan señaló que este podría estar en el "ABC del libro de la corrupción",
pues el terreno que se rentaba era uno que el municipio donó al gobierno del estado.

"El ayuntamiento se lo donó al gobierno del estado y luego resulta que el gobierno se lo
compra a la inmobiliaria D y F, o sea compró su propio terreno el gobierno del estado".

Después se compraron los cuarteles el 28 de septiembre de 2021 (dos días antes del final de
la administración) mil 552 millones de pesos.

Con la suma de lo gastado en rentas, en total se pagaron 5 mil millones de pesos por los
cuarteles.

El gobernador consideró que los cuarteles además estaban a sobrecosto, dado que obras
más eficientes son menos costosos, dado que hubo alguno que costó 718 millones de pesos,
cuando por ejemplo un cuartel de la Guardia Nacional, cuesta en promedio 50 millones de
pesos.

En las partes que señaló estaban previstas para el uso del gobernador señaló que había
dormitorios, comedores, accesos blindados, áreas para asados, palapas, helipuerto y
mobiliario para áreas comunes.