El Gobierno Federal tomó el control de Iguala, Guerrero, luego de los hechos que se han venido sucediendo desde hace una semana: la desaparición de 43 normalistas, el hallazgo de seis fosas clandestinas con 28 cuerpos torturados y calcinados y también después de los primeros seis civiles asesinados por policías locales.

Fueron enviados destacamentos de la Gendarmería de la Policía Federal, así como elementos militares de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes además de hacerse cargo de la seguridad en Iguala, controlarán los accesos a la localidad.

El Comisionado Federal de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido García, dijo en un mensaje desde la Secretaría de Gobernación (Segob), que el Gobierno de la República no permitirá que estos hechos queden impunes, en los cuales se ha mencionado como primeros responsables al Cartel Guerreros Unidos.