Guillermo del Toro se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), con lo que el mismo llamó una declaración de amor al amor: La Forma del Agua, de la cual habló con la prensa.

La historia situada en 1962 donde una conserje muda que trabaja en un laboratorio, donde se enamora de una criatura marina capturada por el gobierno estadounidense.

Es una película en la que los enamorados no piden el cambio del otro sino que se aman por lo que son, alejados de la historia de La Bella y La Bestia, donde la bestia se convierte en príncipe.

"Es una historia de amor liberadora y sobre aceptar la otredad", señaló el director.

Asimismo se tocan problemáticas actuales sobre la intolerancia, el egoísmo y el ver enemigos en los otros.

"Una película sobre hoy en un tiempo que permita la parábola porque esto te permite abandonar la ideología y abrazar las ideas".

En la película se muestra una época muy parecida a la nuestra donde se habla de la grandeza de Estados Unidos y de culpar a otros, hace ver la problemática de las minorías.

"Por eso decidí hacer la historia desde la gente que limpia el piso y los baños no desde los militares, los científicos y los políticos y si ves al villano tiene un atuendo que si fuera un personaje de otra película en esa época sería el héroe".

También es un homenaje al cine dominguero.

"El cine dominguero es el que te salva la vida" detalló.