Un "sofisticado" laboratorio clandestino acondicionado en una cueva, el cual era utilizado para la fabricación de droga sintética, fue localizado y destruido por elementos del Ejército Mexicano.
La narcococina estaba ubicada en la orilla de una barranca, frente a enormes acantilados de una zona árida y montañosa, justo donde se dividen los municipios de Gabriel Zamora y Parácuaro, al poniente de las comunidades de Chimilpa y Betania.
La cueva tenía aproximadamente tres metros de ancho con más de 50 metros de profundidad, donde estaban ocho reactores de diversas capacidades, dos tambos de plástico que contenían alrededor de 200 kilos de la droga conocida como crystal ya casi terminada; y tres cazos metálicos con 150 kilos más a punto de refinarse.
También había diversas sustancias en más de 20 cubetas, un tambo con amoniaco, varios bultos de sosa cáustica, acetato de sodio y otros químicos de los cuales los peritos de la PGR tomaron muestras para posteriormente analizarlas.
Finalmente, lo asegurado fue destruido ante la presencia del agente del Ministerio Público de la federación, autoridad que inició la averiguación previa correspondiente sobre el caso.