Este miércoles se celebró la primera boda civil entre personas del mismo sexo en el estado de Michoacán, lo que representa un importante logro para Alejandra Banderas Rosales y Claudia López Ramos, quienes contrajeron matrimonio luego de ganar un amparo interpuesto ante el Poder Judicial de la Federación.

La pareja externó que finalmente se consolida un sueño anhelado a lo largo de cuatro años de relación de noviazgo, periodo en el que no desistieron de la idea de lograr el reconocimiento legal de la unión para acceder a beneficios como la seguridad social, así como el pleno respeto a sus derechos humanos.

Visiblemente emocionadas, compartieron que en un principio pensaron en la posibilidad de viajar a hacia la ciudad de México para poder casarse sin ningún tipo de complicación, sin embargo, se dieron cuenta de que debían proporcionar información falsa e incurrir en irregularidades, dado que uno de los requisitos consiste en tener un domicilio vigente en la capital del país.

"La idea como pareja no es tener hijos ni buscar adoptar, nuestra familia creo que está completa con nuestras mascotas", dejaron en claro las ahora esposas en medio de los cuestionamientos sobre las trabas para solicitar la adopción en la entidad como pareja gay.

Por su parte, Gerardo Herrera, representante de Grupo Facto Diversidad Sexual, enfatizó que se dio un giro radical a la estrategia ante la indiferencia de los diputados del Congreso del Estado de Michoacán, que desde el año 2006 no han sido capaces de legislar en la materia pese a las iniciativas presentadas por la comunidad homosexual organizada.

"Lo único que logramos ahí fue que se posicionara el tema y se discutió en el Pleno, pero lamentablemente quedó en la congeladora. En marzo de 2010 entregamos modificaciones al Código Familiar y también se fue a la congeladora", lamenta.

Comentó que en un momento dado se tomó la determinación de seguir el ejemplo de otros estados de la República Mexicana, en los que ya se habían impulsado juicios de amparo con resultados sumamente positivos, como fue el caso de Yucatán, Quintana Roo, Coahuila, Oaxaca y Colima.

Resaltó que Alejandra y Claudia pudieron casarse gracias al apoyo proporcionado por el Despacho Jurídico de Gumesindo García Morelos, ex presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), quien en todo momento asesoró legalmente a la pareja de manera 100 por ciento altruista.

Gerardo Herrera tachó a las y los diputados michoacanos de homofóbicos, misóginos, machistas, clasistas, xenofóbicos y racistas, toda vez que se han dedicado a legislar con una serie de ideologías y expresiones retrógradas.

"Yo creo que las comisiones de Equidad y Género se debaten en iniciación y se pervierten en el disimulo", criticó severamente el activista defensor de los derechos humanos de la comunidad homosexual.

Dio a conocer que los mecanismos de discriminación, invisibilidad, prejuicios y la falta de marcos normativos en el Código Familiar, fueron los argumentos utilizados para obtener el amparo favorable por parte de Poder Judicial de la Federación.

Así mismo, destacó que el diputado Eleazar Aparicio Segundo se comprometió recientemente a rescatar dichas iniciativas de la congeladora.