El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, lo dejó claro: los europeos no vienen al G-20 a recibir lecciones. Y fue más allá, al asegurar que la crisis económica se originó en Norteamérica.

"Nosotros somos un modelo del que estamos muy orgullosos. No estamos aquí para recibir lecciones de nadie", espetó el portugués.

Barroso fijó así la postura europea ante los señalamientos de que el Viejo Continente podría arrastrar al plantea a una crisis financiera de grandes proporciones.

Los líderes mundiales reunidos en Los Cabos aumentaron la presión sobre Europa para que detenga la crisis de deuda en el bloque, luego de que la victoria electoral en Grecia de partidos pro rescate no lograra calmar a los mercados ni alejar la sensación de que una tormenta más grande podría descarrilar la economía mundial.

"Vamos a trabajar unidos" porque llegó el momento de estabilizar al sistema financiero mundial, dijo Obama tras una reunión con el Presidente Felipe Calderón.

La cumbre de líderes del G-20, integrado por países industrializados y emergentes, termina hoy sus dos días de trabajos.