Definitivamente que las tradiciones nos dan identidad; en la Meseta Purhépecha, existen dos de las danzas más arraigadas y que se baila en los primeros días del año, la de Los Viejitos de Zacán, y Los Kúrpites de Nuevo San Juan Parangaricutiro. Ambas, son de un profundo sentido religioso y originalidad.

Como lo señala el maestro Andrés Campos Salceda, investigador de la música y danza tradicional, a la llegada de los españoles, rápidamente identificaron que las artes podrían ser uno de los canales más efectivos para la conversión religiosa, dado el alto nivel de sensibilidad y habilidad de los indígenas para la música y la danza, principalmente.

Y agrega que estas danzas contienen una gran estructura musical, movimientos coreográficos y estética en el baile, además de características propias de los personajes y su indumentaria, así como los rasgos físicos de las máscaras, de origen colonial, pero también prehispánico.

Así, la danza de Los Viejitos de Zacán, se baila el día 6 de enero, Día de Reyes y es la adoración del Niño Dios, la que es encabezada por el Tatá K'eri y la Amamba, la conforman más de una treintena de danzantes que bailan en casa de los cargueros y lugares donde hay belenes de los cuatro barrios del pueblo.

Mientras que en San Juan Nuevo, el día 8 de enero, las cuadrillas de Kúrpites de los barrios de San Mateo y San Miguel se enfrascaron en un duelo dancístico en el que triunfó la cultura. El evento atrajo a miles de personas que abarrotaron la plaza para apoyar a los contendientes que demostraron creatividad en cada una de las piezas que bailaron.

La danza de Los Kúrpites data de la época precolombina y sus principales personajes son El Tarépiti y Naná Cutzi, que representan al abuelo y la luna.
Luego de la conquista bélica y religiosa de los españoles, el primero pasó a simbolizar a San José y la maringuía, a la Virgen María. En lengua purhépecha, la palabra Kúrpites significa "los que se juntan" o "los que reúnen".

Las cuadrillas de los barrios de San Mateo y San Miguel, encabezadas por las bandas "Corazón Purhépecha" y "Alma de Ahuiran", respectivamente, arribaron al escenario en medio de una lluvia de dulces y la algarabía de propios y extraños
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Acompañados por el sonar de los cascabeles que llevan atados en los tobillos, los Kúrpites mayores se batieron en un duelo de pasos dancísticos perfectamente sincronizados al ritmo de sones y abajeños, al igual que las Maringuías y los máximos exponentes de cada cuadrilla, Los Tarépitis. Al final, los jueces declararon al barrio de San Miguel como vencedor en esta competencia, pero en realidad, quien triunfó, fue nuestra cultura.