La Marina de México afirmó ayer que un helicóptero desplegado para respaldar a sus elementos después que fueron emboscados en la ciudad de Nuevo Laredo no mató a los transeúntes que murieron durante las confrontaciones.

La Armada no dijo cuántos civiles fallecieron, pero la prensa local reportó el lunes la muerte de una mujer y dos niños.

La Marina agregó en un boletín que las personas fueron baleadas desde tierra, no desde el aire, y que sus heridas fueron causadas por un tipo de balas que los tripulantes del helicóptero no utilizaron.

Las operaciones en Nuevo Laredo, en la frontera con Texas, dejaron muertos a un infante de Marina y a cuatro presuntos atacantes, además de que 12 efectivos resultaron heridos.

El Gobierno de Tamaulipas no respondió a la solicitud de información de los civiles fallecidos. Se limitó a indicar que "manifiesta su respaldo irrestricto a la Secretaría de Marina en las acciones de seguridad que mantiene en la entidad" y envió sus condolencias "a las víctimas" de los enfrentamientos.

Ante los hechos de violencia ocurridos en los últimos días, el gobernador interino de Nuevo León, Manuel González Flores, recomendó a los ciudadanos del Estado no viajar a Estados Unidos pasando por la ciudad tamaulipe de Reynosa, o hacerlo con mucho cuidado, pues afirmó que dicha Entidad "ahorita tiene muchos problemas" en materia de seguridad.

Las autoridades de Reynosa indicaron ayer que sus agentes "salvaron" a un niño del fuego cruzado durante un enfrentamiento que dejó un saldo de tres delincuentes muertos, así como una madre de familia.