Más de 2 mil personas formaron parte de la columna vertebral que dirigió la Procesión del Silencio, mientras iluminaron y engalanaron con cirios la Avenida Madero del Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad, al tiempo que cerca de 30 mil espectadores presenciaron el espectáculo que cumplió 36 años de realizarse en Morelia.

Este 2012 más de 2 mil almas y velas hicieron lucir a la Ciudad de la Cantera Rosa con el inicio de su marcha en la Calzada Fray Antonio de San Miguel, mejor conocida como San Diego, para luego recorrer la Avenida Madero hasta Plaza de Armas, doblar en la calle Abasolo y después Allende-Valladolid, bajar por Vasco de Quiroga y concluir tras 4 kilómetros y medio en el Templo de Capuchinas, lugar donde nació la tradición que aún se preserva.

Durante el trayecto, tanto los morelianos como los turistas que se dieron cita en el magno evento, pudieron disfrutar del mismo con absoluta seguridad, pues el gobierno del estado implementó un operativo en el que participó un gran número de elementos policíacos, además de los cierres a la circulación vial que se realizó y la colocación de vallas para controlar el acceso peatonal.

De la misma forma, los espectadores contaron con el apoyo y atención de diversas instancias del Ayuntamiento de Morelia, como la Secretaría de Turismo y Cultura, las Direcciones de Protección Civil y Bomberos, Tránsito, Inspección y Vigilancia, Parques y Jardines, Aseo Público, entre otras, las cuales estuvieron al pendiente de cualquier percance que se pudiera suscitar durante las 3 horas y media que duró la Procesión.

En el mismo sentido, también estuvieron presentes personal operativo de la Dirección de Tránsito y Vialidad municipal, con sus 160 elementos humanos, 14 patrullas, 20 motocicletas y 2 grúas, a fin de regular el tráfico vial, desahogar a los automóviles por las calles que estuvieron abiertas a la circulación y brindar información a los paseantes.

Bajo este marco de seguridad y atención, en el evento participaron alrededor de 2 mil personas en la columna vertebral de la Procesión, las cuales ataviadas con capuchas, túnicas y atuendos en rojo, amarillo, blanco, morado y negro, integraron las 17 cofradías que se dieron cita y que previamente se prepararon con un retiro espiritual donde recibieron los sacramentos de la confesión y la comunión.

A lo largo de la Avenida Madero se ubicaron 7 balcones o estaciones desde donde se cantaron saetas (coplas) a la Virgen de la Soledad, misma que fue la imagen central que cerró la procesión y a la que le fue dado el pésame a las afueras de la Catedral Metropolitana aproximadamente a las 22:30 horas, por el Arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, quien también dirigió un mensaje sobre la fraternidad y reconciliación humana ante la muerte de Jesús y el sufrimiento de la Virgen María.

Dentro de la Procesión participaron imágenes patrimoniales que se encuentran al culto en las diferentes iglesias de la ciudad, como son el Jesús Nazareno del siglo XVI de San Francisco, el Cristo Negro de Esquipulas del siglo XVII de la Merced; de Capuchinas formaron parte un Cristo Señor de la Columna de pasta de Caña del siglo XVII, el Señor del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad.

Así, la antigua calle real lució más radiante con los gallardetes y banderas en los balcones de color morado y blanco que se colocaron para tan importante festividad que data en Morelia desde 1976 y que forma parte de una manifestación de religiosidad popular, con la que meditamos y nos unirnos a la Madre de Dios para acompañarla mientras sigue a su hijo Jesucristo en los misterios de su Pasión, Muerte y Resurrección.