El 2016 estuvo marcado por la visita del Papa Francisco a la capital michoacana, lo cual será complicado que se repita en otra ocasión, señaló el Cardenal, Don Alberto Suárez Inda.

En rueda de prensa, mencionó que en este año, pese a los problemas que vive la entidad, con dicha visita se logró recuperar la fe de los ciudadanos en que ?las cosas pueden mejorar'.

Mencionó que los casos de sacerdotes violentados o asesinados, no han sido por cuestiones de odio a la fe, sino por la violencia que se vive en diversas regiones y que a ?todos ataca por igual'.

"En el mundo, este año ha sido muy complicado por la guerra mundial a pedazos. Es una guerra que se va viviendo en forma fragmentada, como en Europa atentados terribles, catedrales que han sido objeto de muertes de inocentes por violencia. Muchas veces por odio entre grupos, fanatismo y, en Oriente Medio, cuánta gente tiene que estar huyendo prófugos ante las amenazas constantes", comentó.

Pidió a los fieles tratar de evitar el imperio de las banalidades y egoísmos, que hoy han flagelado a la sociedad, pues, dijo, éstos son los principales promotores de la violencia, aunado a la crisis económica y de gobierno que se llega a vivir en lugares como Michoacán.

"Desgraciadamente en Michoacán todo mundo quiere trabajar con el gobierno, y éste no tiene la capacidad para contratar y pagar a toda una población que muchas veces no es tan productiva, porque la burocracia no siempre es productiva? Se necesita que en Michoacán haya una cultura de honestidad, porque hay quienes quieren percibir sin trabajar, o quienes quieren robar y matar para tener, cuando en realidad lo que debemos hacer es trabajar de manera discreta y vivir de manera más sobria", mencionó.