Las especulaciones sobre el fin del mundo no causaron mayor temor entre los morelianos, quienes en un sondeo realizado por este medio dejaron en claro que nunca creyeron en que este día fuera a suceder el fatal hecho.

Itza Ayala Romero, manifestó en entrevista no haber creído en que se acabaría el mundo este 21 de diciembre: "no hubo motivo alguno por el cual mi familia y algunos amigos no creyéramos en que llegaría el fin del mundo, en lo personal nunca creí en esa suposición que los mayas hacían, siempre confié en Dios y en los que me rodean".

Con 18 años de edad Ayala Romero comentó que en las redes sociales se hablaba respecto a este acontecimiento donde se encontraban diversos comentarios burlescos, en Twitter se hizo un HashTag #TeEngañoComoLosMayas, mientras que en Facebook actualizaban sus estados con mensajes sarcásticos.

"Se me hizo gracioso, leía los comentarios sobre supuestos acontecimientos que estaban y podín suceder, sin embargo mi mamá no sabía del famoso fin del mundo", sentenció.

Asimismo Adriana Palomares Olivero dijo: "respecto a lo que se manejaba en redes sociales y de lo que se decían en los medios de comunicación, no creí en tal cosa pero me hizo reflexionar de lo que realicé en todo el transcurso de este año, ya que es un momento para dejar los rencores y empezar hacer las cosas bien".

La estudiante en Derecho Palomares Olivero, destacó que hay que estar con los seres que más quieres y disfrutar de la vida, cuando te llegue el momento ahí es cuando el fin del mundo se termina.

Por último Perla Thalía Gutiérrez Vargas habló sobre la profecía maya y expresó su miedo cuando se enteró por primera vez de este suceso: "pensaba en la muerte, me imaginaba algunos acontecimientos iban a suceder como en la película El fin del Mundo 2012, creía que la tierra se iba a partir, en sucesos naturales como huracanes, temblores, entre otros".

Amigos cercanos y familiares de Perla creían en este acontecimiento; en los rosarios de las posadas hacían peticiones, al mismo tiempo prendían veladoras y mantenían cerca de ellos agua bendita por si algún acontecimiento determinara el fin del mundo.

"Este fenómeno se debe apreciar como una concientización, una reflexión, sobre todo para nosotros los jóvenes, ya que somos el mañana y para mi simbolizó que podría haber una nueva era, pero de mi persona con la sociedad", aseguró.