La cuenta regresiva está en marcha y no se detiene, 5 días son los que faltan para que este 2012 termine y comience uno nuevo el cual traerá diversas experiencias, unas buenas, otras más difíciles de entender, pero todas llegan para dejar una huella en la vida de las personas.

Ya pasó Navidad y ahora, los morelianos se encuentran alistando lo que realizarán para Año Nuevo; una cena en casa, algún restaurante, la posibilidad de un viaje y vivir los últimos minutos en algún lugar de su preferencia o salir a algún antro con sus amigos. Sea cual sea la que decida escoger, disfrútelo con moderación y la claridad de que es un momento de felicidad y alegría por comenzar un nuevo ciclo y que por supuesto alguien lo espera en casa.

IM Noticias salió a encuestar a algunos morelianos quienes compartieron lo que harán, es así que Ana María Morales quien se encontró acompañada de su cuñada Rocío Herrera, proveniente de la capital del país, aseguraron toda su familia se reúne en la casa Morales, pues aunque ya no se encuentren los patriarcas, los hijos, sobrinos y nueros continúan con esa tradición.

"No hacemos ningún ritual, solo acudimos a la iglesia a dar gracias a Dios por vivir un año más y la salud con la que contamos, además de recordar a quienes ya no están con nosotros. Realizamos una oración pidiendo la oportunidad de estar al lado de los nuestros para después cenar buñuelos, tamales, pozole y dar algún pequeño presente a quienes ellos deseen", afirmaron.

Por su parte, la señora Lupita Chávez que se encontró en el Centro Histórico al lado de sus dos hijos, expresó ellos se unen en familia, realizan la clásica fogata y se duermen, dejan al lado el vino, pues en su casa no entra ninguna bebida embriagante. Además de dar un pequeño regalo a los niños como juguetes, zapatos o ropa, también disfrutan de una cena 100% michoacana, con corundas, ponche y atole.

Mientras que Martha Vargas, atendió a nuestro medio en su lugar de trabajo, el cual también atiende hasta el último día del año, por eso no acostumbran a cenar en su hogar el 31, teniendo como opción un restaurante el día siguiente.

"Uno como comerciante que todo el tiempo está en el trabajo no tiene la oportunidad de hacer cena, solo llegamos a descansar. Tampoco acostumbramos a realizar ningún ritual pese a que sé lo de las maletas. En mi caso, no nos reunimos con nuestros hermanos, solo la pasamos juntos, mi esposo y mis hijos", finalizó Vargas.