El comisionado Alfredo Castillo Cervantes, acompañado por el subprocurador regional de justicia de Apatzingán, Victorino Porcayo y por el comisionado de la Policía Federal (PF) a nivel estatal, Israel Galván, ofreció una rueda de prensa la tarde de este lunes en las instalaciones de Casa de Gobierno, en esta capital, donde se realizó una explicación detallada sobre los peritajes en torno a la balacera de Apatzingán, ocurrida el pasado Día de Reyes, sobre la avenida Constitución, que dejó ocho muertos; exposición tras la cual Castillo Cervantes insistió que con base en las indagatorias realizadas, los ahora occisos fueron víctimas del fuego cruzado y descartó rotundamente que hayan existido supuestas ejecuciones a manos de los elementos de la PF.

Alfredo Castillo manifestó que los fallecidos tienen impactos de proyectil de arma de fuego en la espalda, lo cual indicó establece que pudieron haber sido ultimados por sus propios compañeros, en tanto, precisó que dos de los difuntos sí tienen balazos tanto de la PF como del grupo civil, esto sabido gracias a las necropsias hechas a los muertos, refirió.

Por su parte, Victorino Porcayo aseveró que los civiles ya habían realizado disparos contra los federales cuando se aproximaban a ellos y agregó que ante el escenario los policías sólo aplicaron su protocolo de actuación para resguardarse y repeler el ataque, momento en que las camionetas
Arcadia y Ram blanca, donde iban los muertos, quedaron expuestas al fuego cruzado entre los oficiales y otros civiles, unos de los cuales iban en una Nissan, Frontier roja, quienes fueron de los primeros en agredir a tiros de manera "errada" a los representantes de la ley, manifestó el subprocurador.
Dicho tiroteo, como se recordará, fue sobre la avenida Constitución, a un kilómetro y medio del corralón, a donde los federales llevaban varios automotores recién decomisados en un desalojo previo en la alcaldía.

Finalmente, tanto el comisionado Castillo, como Victorino Porcayo descartaron supuestas ejecuciones por parte de la Federal en aquella refriega y comentaron que éstas no pueden ser posibles, pues manifestaron que los cadáveres no tienes huellas de disparos a muy corta distancia, clásicos de una ejecución, los cuales dejan en las víctimas un "tatuaje" de pólvora o quemaduras en sus ropas.

También precisaron que los difuntos tampoco presentan balazos con "golpe de martillo", es decir, de detonaciones que hayan sido con el cañón de un arma pegado a la cabeza.

Finalmente, dijeron que una ejecución pretende no dejar testigos de los hechos y agregó que en contraste los sobrevivientes fueron auxiliados de inmediato por los federales para agilizar la entrada de los paramédicos y ser así canalizados a un nosocomio.