La empresa fabricante de básculas mecánicas Industrias Oken, S.A. de C.V., se encuentra colapsada financieramente y en riesgo de tener que despedir a la mayor parte de su personal, que asciende a cerca de un centenar de trabajadores; así lo informó Marcos Pérez García, secretario general de la Federación Revolucionaria de Trabajadores del Estado de Michoacán (FRTEM), a la que pertenece el Sindicato "Primero de Mayo" que a su vez agrupa a los trabajadores de esta factoría.

Comentó el representante obrero que en la revisión del Contrato Colectivo que entró en vigor el 1 de junio de este año, la empresa planteaba despedir a 28 trabajadores eventuales y no otorgar incremento alguno a los salarios para afrontar sus compromisos más urgentes con el IMSS, impuestos y proveedores; ante esta posición tan desfavorable para los trabajadores, el sindicato logró que la empresa aceptara el incremento al salario y algunas prestaciones, aunque en forma por demás modesta y, sobre todo, no despedir a un solo trabajador, con lo que se conjuró la huelga.

Sin embargo, a la vuelta de pocos meses la empresa volvió a llamar a los trabajadores, esta vez planteando la inevitabilidad de recortar personal, so pena de cerrar definitivamente.

Ante la apremiante situación, la directiva sindical logró que sólo cesara temporalmente a los eventuales. A pesar de estas drásticas medidas la crisis financiera no cede, a decir del propietario Francisco Johnson Okhuysen, quien argumenta que cada vez es menor la demanda de este tipo de básculas y en cambio aumenta la demanda de básculas electrónicas, que la planta no cuenta con el capital ni la tecnología para reconvertirse y modernizarse, por lo que son pocas las probabilidades de sostenerse en el mercado ante la agresiva competencia extranjera, sobre todo asiática.

Por tan grave situación, el representante obrero señaló que se mantendrán a la expectativa y en caso de ser necesario pugnarán por que se respeten en todo momento los derechos de sus agremiados. Lo cierto, explicó, es que el caso particular de Oken se inscribe en el marco general de falta de apoyo gubernamental a las empresas pequeñas y medianas, que son las que generan mayor cantidad de empleos y, sin embargo, se les deja morir. Por lo que se hace necesario un frente común de los trabajadores y los empresarios para que se cambie la política económica oficial que privilegia a las grandes empresas, que constituyen la minoría, y deja a la gran mayoría sin alternativa de sobrevivencia. Siempre insistiremos en que es necesario un cambio de modelo económico que rediseñe nuestro país, y en él tienen que estar contemplados, incluidos, los empresarios conscientes que pugnan por el desarrollo social, terminó.