Con una sonrisa en el rostro y con los ojos llenos de una cosa que no puede ser más que amor, Cesar mira a su hijo, mientras lo besa y lo abraza cargándolo con un solo brazo, al tiempo que muerde una medalla recibida por ganar el primer lugar en fútbol, en la Olimpiada del Penal Francisco J. Múgica.

Su pequeño niño lo imita y también muerde otra medalla que ganó su papá en la disciplina de Basquetbol y otra en la de Voleibol, son ambos como dos gotas de agua.

El nombre completo de este campeón es Cesar Augusto Medina Pérez, quien es un interno del Cereso Morelia, como popularmente es conocida esta cárcel. Él fue detenido por autoridades federales que lo acusaron de tal y cual delito, ahora su proceso está en decidir su libertad y mientras todo esto pasa, el papeleo, las pruebas, los aportes de la fiscalía, la defensa, él pasa un Día del Padre más tras las rejas.

El protagonista de esta historia se considera inocente y está seguro de que lo es: "Cuando he tenido la oportunidad de estar frente a la gente que me detuvo les he reclamado el por qué mintieron en su puesta a disposición, algunos dicen que me arrestaron a una hora, otros que a otra y les reprocho por qué esta farsa, a lo que me han contestado que ellos sólo recibían órdenes".

Aunque frustrado por estar preso, por un delito que afirma no cometió, el hombre trata de ponerle felicidad a su vida, por sus hijos, por su esposa, por su mamá y por él mismo.

Prueba de ellos es su esfuerzo por salir adelante, por demostrar que es una buena persona, un buen padre, a quien el Día del Padre le llega al corazón por la situación en la que está: "Estoy pasando por un momento muy difícil, difícil porque el día de hoy cumplo dos años aquí, dentro de este penal y al mismo tiempo emotivo y alegre, ya que cuento con mis hijos, con mi familia y cuento con mi madre, que para mí es mi madre y mi padre, quien nunca me ha dejado solo y por ello le mando un gran abrazo donde esté, y quiero decirle que la amo".

Para Augusto su mamá es un símbolo de fortaleza y su ejemplo a seguir: "Yo pienso que padre no es quien te engendra sino quien te cría, por ello quiero desearles un feliz Día del Padre a todos los papás y muy en especial a mi mamá, quien es mi ejemplo; para mí, mi hijo es mi vida, tenerlo como lo tengo es algo que yo hubiera querido de más chico, estar así con mi padre, que estuviera conmigo, pero no lo tuve aunque sí tuve mucha madre y eso se lo agradezco a Dios".

Con voz firme y sin temor, Cesar narró que siempre ha sido una persona trabajadora: "Trato de convivir con mi familia, demostrarles cosas buenas tanto a ellos como a mis compañeros y a la gente de la dirección, siempre he tratado de ser unido, de dar apoyo en todos los sentidos para que sepan que no soy un hombre malo, sólo soy alguien a quien le están achacando un delito".

Con mirada seria, el presunto culpable añoró: "Yo no puedo decir que soy un papá ejemplar porque quisiera poder darle más a mi familia, a mi señora, a mis hijos; lamentablemente en este momento no se puede, pero no pierdo las esperanzas que así sea pronto, que Dios me dé el sustento y la gracia de poder estar otra vez con mis seres amados, de llevarlos a nadar y al parque, como antes era".