La presidenta Cristina Fernández reapareció el lunes en público por primera vez tras una ausencia de más de un mes por una cirugía en el cráneo con un video en el que admitió pasó "un momento difícil" de salud, agradeció a los que se preocuparon por ella y mostró a un perro que le regalaron de Venezuela.

"Hola, después de tantos días estamos de nuevo en contacto. Primero gracias a todos y todas, empezando por todos los que me ayudaron en mi enfermedad... A todos les quiero agradecer su preocupación por mi salud", dijo Fernández, de 60 años, en un video difundido por la presidencia y que fue filmado por su hija menor Florencia Kirchner.

Fernández pasó seis semanas con licencia médica a raíz de la intervención quirúrgica a la que fue sometida el 8 de octubre para drenarle un hematoma craneal que se le produjo por un golpe en la cabeza.

"Fue un momento difícil, pero acá estamos. Como siempre trabajando, poniendo toda nuestra voluntad y dándole las gracias a todos", agregó la gobernante, de buen semblante y vestida con una camisa blanca y un saco y pantalón negro.

Fernández permaneció en absoluto silencio desde que fue operada y ni siquiera se comunicó por Twitter, al que es aficionada. No emitió ninguna opinión sobre la derrota electoral que sufrió el oficialismo en las legislativas del 27 de octubre, que según varios analistas vaticinan el principio del fin del kirchnerismo, el movimiento que fundó en 2003 Néstor Kirchner, fallecido marido y antecesor de la gobernante, y que ella prolongó desde 2007.

Mucho se especuló sobre la estrategia de comunicación que elegiría la presidenta para reaparecer en público, desde una fotografía, mensaje por cadena nacional o un acto. Sin embargo, la mandataria dijo que prefirió grabar un video informal en la residencia presidencial de Olivos, suburbio al norte de la capital, y filmado por su hija cineasta.

En el mensaje no hizo referencia a temas de la gestión ni a los desafíos que tiene por delante en los dos últimos años de gobierno, sin posibilidad constitucional de aspirar a un tercer mandato.

Sentada en un sillón, a sus espaldas había un gran ramo de rosas rojas que le regaló Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Plaza de Mayo, el emblemático grupo de madres de desaparecidos de la última dictadura militar (1976-1083).

Fernández se abrazó a un pingüino de peluche gigante que le obsequió un militante kirchnerista y luego se levantó del sillón y salió de cámara unos instantes para tomar con sus brazos a un perro cachorro.

"Este perro es el que Hugo Chávez me había prometido que me iba a regalar. Es el perro nacional de Venezuela. Es una raza especial creada en Venezuela que acompañó a (Simón) Bolívar", contó Fernández. Dijo que le puso de Simón en honor al caudillo latinoamericano.

En su primer día de trabajo oficial tras el alta médica, Fernández permaneció durante el día en la residencia presidencial de Olivos, donde recibió al secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, al jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y al vicepresidente Amado Boudou, quien reemplazó a la gobernante durante su convalecencia, informó Presidencia de la Nación.

La mandataria, del peronismo de centroizquierda, llamó el domingo por la noche a la candidata socialista Michelle Bachelet para felicitarla por su triunfo en la primera vuelta de las elecciones generales en Chile, informó la agencia oficial de noticias Télam.