Enrique Jiménez, formador del Consorcio Internacional Arte y Escuela A.C. (ConArte) aplaudió el trabajo realizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal y el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), dependencia encabezada por Silvia Figueroa Zamudio, con la sociedad, artistas y promotores culturales que acudieron a los Cursos-Talleres de Herramientas para la Convivencia en la Diversidad y Cultura de Paz de Michoacán.

"El trabajo realizado en Michoacán consistió en acercarse a la gente del estado, a los artistas y promotores, con gente de las comunidades y además rompiendo paradigmas, pues nos enseñan que solamente el arte debe de ser para la gente que tiene aptitudes y entonces los demás no lo pueden hacer y con estos talleres se dieron cuenta que cuando fluye la alegría, solidaridad y empatía, el arte fluye".

Destacó que las y los asistentes descubrieron que tienen la capacidad de canto y generar nuevas formas de relacionarse mediante las artes.

El galardonado con el Premio al Desempeño Académico en Investigación 2017 que otorga Bellas Artes, que obtuvo por una investigación en la música de fusión en México, el cual es un género que es a través del diálogo de músicas tradicionales o vocales con música más urbana, señaló: "El taller ¡Ah, qué la canción! Que se realizó en Michoacán es un proyecto que lleva ya 10 años de existencia y que afortunadamente la propia Secretaría de Educación Pública lo ha asumido como propio llevándolo a diversas escuelas públicas del país".

Dicho proyecto que se efectuó en Tlalpujahua, Michoacán, en diciembre de 2017, tuvo sus inicios hace una década atrás en la Ciudad de México para después llegar a distintas partes del país a fin de recuperar el canto, trabajo que, dijo Jiménez, desde los años 50 no se había realizado, época en la que Luis Sandi Meneses, trabajó para recuperar el canto en las escuelas públicas.

El formador de ConArte explicó que ¡Ah, qué la canción! Es un proyecto que ha acercado la música mexicana principalmente a las nuevas generaciones.

"Nos ha tocado observar que los niños llegan con sus papás cantando temas como Bésame mucho, A la orilla de un palmar, y los abuelos de repente les han preguntado sobre lo que cantan y eso les ha permitido dialogar".

La habilidad del canto y sobre todo realizarlo, explicó Jiménez, permite reforzar la autoestima y seguridad de los menores, y en Tlalpujahua se generaron diversos coros a raíz del taller llevado por la Secum a dicho Pueblo Mágico.

Por otra parte recordó el taller de Ensamble de Percusión Corporal con el que se cerró el proyecto en Michoacán, destacando que se comprobó a las y los participantes que la corporalidad es importante en la vida diaria, pues el cuerpo es la herramienta con la que todo ser trabaja.