Remontada épica y de época la que ha protagonizado el Barça en su visita al Metropolitano. Perdía 2-0 en el minuto 70 ante el Atlético de Madrid, pero los de Flick se han apropiado uno de los lemas de los atléticos, ese "Coraje y corazón" para sumar tres puntos que son mucho más que eso. Tras el segundo gol loca, la máquina futbolística ha empezado a engranarse y han caído cuatro goles, uno tras otro, para volver a firmar un partido antológico. Los goles de Lewandowski, Ferran (x2) y Lamine Yamal vuelven a demostrar, por si quedaban dudas, que este equipo lo quiere absolutamente todo.

De más a menos en la primera parte
Mientras el Cholo ha dado entrada a Le Normand y Lino por Giménez y Gallagher, Hansi Flick ha recuperado al sancionado Cubarsí y también ha puesto a Casadó, en este caso por obligación. Debía ser De Jong el titular en el pivote, pero el neerlandés ha sentido algunas molestias que le han impedido incluso sentarse en el banquillo. Con estos ingredientes ha arrancado un partidazo que los azulgrana -hoy de verde- han dominado en los primeros compases. Posesiones largas e incisivas, presión alta y efectiva... y una ocasión clarísima para Lamine Yamal.

El extremo ha combinado bien con Olmo, que le ha dejado solo ante Oblak, pero su disparo ha lamido el palo y se ha ido fuera. El paso de los minutos ha servido a los locales para mejorar en sensaciones. Todo ello a medida que podían enlazar algunas incursiones con la velocidad de Reinido, Lino o Simeone y la clase de Julián, que ponía la pausa necesaria en un equipo con las revoluciones altas por definición. Así, sin demasiados sustos para Oblak ni para Szczęsny, la primera mitad parecía destinada a morir sin goles, pero todo ha cambiado en un minuto.

El larguero ha rozado el potente disparo de Lewandowski, solo ante Oblak tras una gran asistencia de Pedri, y, en la siguiente jugada, quien no ha perdonado ha sido el Atlético. Griezmann ha habilitado a Giuliano y el argentino ha tenido la sangre fría para regalarle el gol a su compatriota, Julián Álvarez (1-0, min. 45) poco antes del descanso. Los de Flick han salido activos en la reanudación, con otra gran ocasión de Lamine Yamal, también después de asociarse con Olmo, pero la estructura defensiva de los colchoneros apenas tenía fisuras.

Sorloth pone al líder contra las cuerdas
Esto, con el marcador en contra, aún se ha acentuado más, y cada ataque estéril aumentaba algo más la frustración de los culers. Flick ha movido el banquillo buscando soluciones, y han entrado Eric y Ferran por Casadó y Olmo, añadiendo una pieza más en ataque con la inclusión del valenciano, en su partido número 100 con el Barça en Liga. Y, sin tiempo para que surtieran efecto, un nuevo jarro de agua fría, con el segundo gol colchonero, no exento de polémica. Gallagher ha aparecido con espacios y ha cedido para un Sorloth que, nuevamente, ha marcado entrando desde el banquillo (2-0, min. 70), y pese a las protestas por unas manos de De Paul, el gol ha subido el marcador.

Pero ese Barça está hecho de otra pasta. Una que es muy difícil de destrozar, y a los golpes responde con más golpes. Lewandowski se ha inventado un golazo de la nada, con una media vuelta y definición perfecta (2-1, min. 72) en su 22º gol en Liga. Y pocos minutos después, el mordisco del tiburón. Ferran ha anticipado perfecto al primer palo y Raphinha ha puesto un balón perfecto que, el valenciano, de cabeza, ha convertido en el empate (2-2, min. 79).

El punto parecía insuficiente para todos, y han aparecido espacios para que lo pudiera ganar cualquiera. Y este cualquiera no ha sido otro que Lamine Yamal. Ya en el tiempo añadido, la joya de La Masia ha recibido, se ha perfilado y ha sacado un disparo que, tras rebotar en Reinildo, ha dibujado una parábola imposible para Oblak (2-3, min. 90+3). La remontada ya era para enmarcar, pero aún faltaba la guinda al pastel, la del doblete de Ferran (2-4, min. 95), que ha cerrado una noche mágica de un Barça que se va al parón líder y con la confianza por las nubes. Remontada de... ¿campeón? Lo sabremos en mayo.