Era la primera vez que Alan Ruschel volvía a la Arena Condá, el estadio de Chapecoense después del incidente que marcó la historia del futbol mundial, y lo hizo para ofrecer una rueda de prensa.

El jugador comenzó diciendo, "buen día a todos. No hay palabras para explicar lo que estoy sintiendo. Es una mezcla de sentimientos. Es una alegría grande por poder estar aquí de nuevo, sentado aquí, pero al mismo tiempo un luto".

Entonces no pudo contener más los sollozos y fue consolado por las personas que lo acompañaban mientras se reponía y lograba articular palabras de nuevo.

El jugador habló después de su voluntad de "seguir adelante" y afirmó que desea trabajar para poder volver a jugar. "Con mucha paciencia haré de todo para dar mucha alegría al público aquí", dijo.

Ruschel fue dado de alta ayer en Chapecó, convirtiéndose en el primer brasileño en dejar el hospital después de la tragedia que cobró la vida de 71 de los 77 pasajeros que transportaba a jugadores del club Chapecoense, así como directivos del equipo y periodistas.

Ruschel salió del hospital Unimed de Chapecó en una silla de ruedas de la que se levantó sin dificultades para ingresar al auto en que su familia lo recogió.