Los sacerdotes también están en su derecho de portar armas y defender a sus feligreses de las garras del crimen organizado, tal y como lo han hecho algunos pastores de la Iglesia católica de la región de Tierra Caliente, afirma Alfredo Gallegos, mejor conocido como el "Padre Pistolas".

Felicitó la actitud valiente del obispo de la Diócesis de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, quien en su momento se atrevió a exponer de manera pública las problemáticas de inseguridad, derivadas del control ejercido por grupos delincuenciales.

Revela que el "Padre Goyo" le extendió una invitación para unirse al Consejo Ciudadano Responsable de Impulsar un Sano Tejido del Orden Social (CCRISTOS), ya que lo consideró como un posible elemento tomando en cuenta su fama de rebeldía y afición por las armas de fuego.

El "Padre Pistolas" sospecha que las autoridades eclesiásticas y las mismas autoridades expulsaron de México al sacerdote Gregorio, como un castigo por su "atrevimiento" de levantar la voz en medio de las injusticias cometidas por el crimen organizado.

"Don Miguel Patiño hizo declaraciones que yo admiro y él sabe perfectamente cómo está la situación por aquellos rumbos. Al padre Goyo no lo conozco personalmente, pero me mandó a un grupo de amigos suyos para que colaborara con su movimiento", detalló.

Considera que "Goyo" es un hombre valiente con agallas aunque algunos lo tachen de loco por sus arranques, por lo que dijo identificarse plenamente con el movimiento de los CCRISTOS desde su trinchera en Chucándiro.

Aseguró que en su comunidad se mantienen libres de la influencia de los criminales, sin extorsiones, secuestros y asesinatos. Con el humor que lo ha caracterizado, recalcó que el único pistolero de la región de Chucándiro sigue siendo el "Padre Pistolas".

El sacerdote opina que las guardias comunitarias fueron las principales impulsadoras de la estrategia para liberar al pueblo michoacano de la opresión de los grupos delictivos, dado que durante varios años hubo omisión de las autoridades en sus diferentes niveles.

"Las personas por derecho natural pueden y deben defenderse de quien quiera hacerles daño, vemos que los autodefensas están dispuestos a morir porque están cansados de tanta violencia, extorsión, secuestro y tanta muerte", concluyó.