Nueva demostración de madurez del Barça para deshacerse del Mallorca por la mínima (1-0) gracias al gol de Dani Olmo. Los de Flick han tenido diferentes pieles, después de una primera parte de infinitas ocasiones sin el premio deseado, que ha llegado al inicio de la segunda. Con el marcador favor, pese a no poder sentenciarlo con el segundo, han sabido resistir y afrontarán la final de Copa, como mínimo, con cuatro puntos más que el Real Madrid.
Con la final de Copa en el horizonte y muchos partidos en pocos días en las espaldas de sus jugadores, Hansi Flick ha rotado bastante en el once inicial. En la defensa sólo ha repetido Iñigo, que ha tenido a Araujo como compañero en el eje y Eric Garcia y Héctor Fort en los laterales. En el centro del campo, con el intocable Pedri han jugado Gavi y Olmo, mientras que Lamine Yamal ha vuelto a la titularidad, junto a Ferran y con Ansu Fati como gran novedad, en la segunda titularidad del '10' este curso tras la del 20 de octubre en un 5-1 ante el Sevilla.
Sin embargo, los culers, conscientes de la importancia que tiene cada jornada de aquí al final, han empezado intensos buscando la portería de Leo Román. Después de unos primeros minutos de alternancias, el campo se ha inclinado del todo hacia el marco mallorquinista, durante toda la primera mitad. Ha sido poco menos que un milagro que el primer tiempo acabara sin goles, después de 24 remates de los culers y ninguno de los baleares. Remates de todos los colores y de casi todo el mundo.
La primera realmente clara, una doble ocasión de Ferran y Lamine Yamal, con doble intervención de Leo Román. Pero es que el guardameta argentino ha tenido que multiplicarse para desviar todo el alud de disparos que le llegaban, como uno de Dani Olmo, al primer palo, cuando casi se cantaba el gol. Poco después ha sido la madera quien ha negado el gol a Gavi y, en la jugada posterior, Araujo ha perdonado cuando estaba solo después de un rechace del portero.
El Barça corría el riesgo de desesperarse, y no carecía de motivos para hacerlo, porque antes del descanso han llegado a tener una triple ocasión que de forma inverosímil no ha terminado dentro. Ni el gol invalidado por fuera de juego a Mateu Morey en las postrimerías ha puesto nervioso a Hansi Flick, que no ha hecho cambios al descanso, y no ha hecho falta. En el primer ataque, por fin, ha caído el gol que tanto merecían. Lo ha hecho desde la bota izquierda de Dani Olmo, que ha recibido una asistencia de Eric Garcia y ha salvado la pierna del defensor para alojar el balón al fondo de la red (1-0, min. 46). Segundo gol seguido del egarense, que ya fue clave en la remontada ante el Celta.
El gol, tras tanto esfuerzo, ha destensado un poco al líder, que ha visto como un cabezazo de Raíllo se pasó ante Szczęsny en la más peligrosa del Mallorca. Flick ha intentado revitalizar el ataque dando entrada a Fermín y Raphinha, con la intención de sentenciarlo por completo. Pudo hacerlo Lamine Yamal, cuando se ha plantado solo ante el portero gracias a un pase perfecto de Pedri, pero el portero le ha ganado el duelo leyendo sus intenciones. Así, con solo un gol de margen, se ha llegado a los minutos finales.
Porque ni Pau Víctor ni Fermín ni Raphinha han sido capaces de marcar el gol de la tranquilidad. Y pese a haber hecho méritos más que de sobra para no tener que sufrir por el signo del partido, la diferencia mínima en el marcador ha hecho que el pitido final se haya celebrado como lo de líder como lo que es. Otra victoria trabajadísima y tres puntos vitales para llegar como líder sólido a la final de Copa del sábado.