La falta de uniformes, armamento adecuado y un parque vehicular en buen estado, fueron algunas de las quejas expuestas por varios jóvenes oficiales de la Policía Estatal Preventiva (PEP) comisionados a la Policía Municipal, quienes explicaron que sin esas herramientas es complicado ejercer sus actividades d seguridad ciudadana, pese a ello argumentaron seguir atentos para atender cualquier emergencia.

Los uniformados se reunieron para intentar dialogar con los mandos policiacos de esta urbe, pero agregaron que de manera prepotente el comisario Guillermo Romero les contestó que pasaran por sus respectivos oficios, dejaran sus equipos de trabajo porque los reincorporaría a la PEP.

Además indicaron que su peligrosa labor la ejercen sin pistolas y eso les deja una clara desventaja al momento de perseguir a presuntos delincuentes bien armados; resaltaron que la mayoría de las costosas patrullas Ford Charger presentan múltiples averías, necesitan mantenimiento especial y las pocas unidades funcionales se las quitaron a ellos para dárselas al departamento de Peritos de Tránsito Municipal.

"Nos dijeron que si las queríamos traer debíamos, con nuestro propio dinero, organizarnos para comprarles llantas, aceite, en fin darles mantenimiento y componerlas en caso de avería", relató un elemento.

En lo referente a uniformes los agentes mencionaron que no les han otorgado desde hace dos años, ya están desgastados y ellos los tienen que remendar o comprarlos: "es vergonzoso que los mandos no vean por el bienestar de los que día a día arriesgamos nuestras vidas en las calles", opinó otro de los afectados.

Los inconformes refrendaron su compromiso de servir y proteger a los ciudadanos, pero hicieron evidente la necesidad de que los mandos policiacos atiendan estas situaciones de forma razonable para encontrar soluciones, de lo contrario ellos expresaron estar de acuerdo en regresar a la PEP, pues comentaron que allí esperan un trato más digno comparado con el municipio.