Cada año nuevo, las personas en diferentes regiones del mundo plantean mejorar sus vidas a través de propósitos, pero sólo 8 por ciento los cumplen, de acuerdo con un estudio realizado por Stephen Shapiro, empresario y orador estadounidense.

Las cifras varían dependiendo de cada investigación, otros argumentan que un 10 por ciento sí cumple.

En Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente la mitad de la población hace propósitos de año nuevo, de los cuales 88% no se cumplen. Eso nos da una cantidad de 156 millones de "buenas intenciones" tiradas a la basura.

La consultoría TNS, especialista en estrategias de crecimiento de mercados, realizó una encuesta en las principales ciudades del país, donde descubrió que los mexicanos, en general, buscan estar más tranquilos.

No obstante, el mayor propósito es ahorrar dinero (72%), hacer ejercicio (69%), estar menos estresado (68%), incrementar sus ingresos (67%), cuidar su salud (64%) y tener un nuevo trabajo 49%, siendo estos los principales puntos para abordar por 365 días. También pero con menor porcentaje están: viajar más, remodelar su casa, seguir estudiando y dejar de fumar.

¿Por qué no se cumplen?
Algunos plantean que no todos enuncian sus propósitos, es decir, que no los exteriorizan, si tan sólo lo hicieran, hay 10 veces más probabilidades de éxito. Justamente esto lo menciona el psicólogo clínico William Knaus, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, quien dice que hay quienes tardan 40 horas en realizar una tarea de cinco minutos.

La psicología llama a esto 'procrastinación, un transtorno cognitivo conductual que se caracteriza por aplazar compromisos, en este caso, aquellos relacionados con los propósitos de año nuevo.

Este fenómeno de la conducta ha evolucionado e incluso, quienes lo poseen, tienen excusas elaboradas para no cumplir sus propósitos,

¿Cómo cumplirlos?
Somos seres de hábitos y podemos encauzarlos a nuestro beneficio. Un punto importante es no dejar de hacer lo necesario para cumplir nuestros propósitos, teniendo un margen de éxito mayor.

También es necesario acompañarnos de amigos, compañeros de trabajo y/o escuela, así como de familiares, para que nos recuerden lo que nos hemos propuesto.

Pero sobre todo, ser realistas y poner plazos de cumplimiento. Otra opción es hacer un esquema de metas y recompensas, cada que cumplas algo puedes brindarte un premio, como un postre una vez a la semana, si es que haces dieta.