El 29 de abril la Congregación para las Causas de los Santos abrió formalmente el proceso de canonización de Vasco de Quiroga, el primer obispo de Michoacán que abogó por los indígenas en los inicios de la conquista.

El proceso se abrió luego de 16 años de investigación histórica realizada por la arquidiócesis de Morelia, cuyo titular, el arzobispo Alberto Suárez Inda, entregó personalmente al Vaticano la información recabada.

Suárez Inda en Radio Vaticano señaló que la intención es canonizar a Tata Vasco porque vivió heroicamente las virtudes cristianas, fue un gran humanista que supo inculcar la fe cristiana entre los indígenas, a quienes enseñó a desarrollar sus habilidades, constituyendo en Michoacán pequeñas comunidades inspiradas en la Iglesia primitiva, llevó una vida sobria y templada, tuvo un alto sentido de la justicia y de la caridad hacia los más desprotegidos, y sus actividades profesionales como abogado, juez, oidor y obispo las realizó a la perfección.

Varios historiadores han coincidido en que Tata Vasco fue una de las más destacadas figuras del siglo XVI en la Nueva España, sobresaliendo por su condición de humanista.

Don Alberto Suárez Inda se mostró optimista en que prospere la causa de canonización, ya que el pensamiento y la obra de Quiroga siguen teniendo actualidad y vigencia. Pero también coinciden con el modelo evangelizador del Papa Francisco, destacó.

La Congregación para las Causas de los Santos deberá nombrar en los próximos días a un "relator", quien se encargará de preparar la llamada Positio, documento en el que se expondrán las virtudes cristianas vividas en "grado heroico" por Tata Vasco, se someterá después al escrutinio de una comisión de teólogos, cuyo voto, de ser favorable, hará que el proceso pase a manos del propio Papa Francisco.

Ya con el aval papal, Vasco de Quiroga tendrá el grado de "venerable", primer requisito para después ser beatificado y, finalmente, canonizado. Un proceso que llevará años.

El clero michoacano se prepara para festejar en 2015 el 450 aniversario de la muerte de Vasco de Quiroga, ocasión que le permitirá difundir su vida y obra e impulsar su canonización.

Los restos de Vasco de Quiroga se encuentran en la Basílica de Nuestra Señora de la Salud en Pátzcuaro, desde dónde dirigió los destinos del antiguo Colegio de San Nicolás base de la ahora Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y seguramente desde Madrigal de las Altas Torres en España, buscarán también con pasión la canonización de su hijo distinguido.