Luego de varios meses de no recibir uniformes dignos para hacer su "chamba", la Policía Estatal Preventiva (PEP) sigue igual: sin equipo, y no solo en cuestión de ropa sino también de armamento y chalecos.

Exclusivamente en el tema de los uniformes, fuentes anónimas allegadas a la PEP proporcionaron a este medio informativo algunas fotografías, en las que se observa varias cajas de cartón con cascos "antibalas", fornituras, pantalones y camisolas, y la pregunta es: ¿A caso los irán a entregar?

La respuesta la dio uno de los agentes estatales: "Apenas sacaron esas cajas que tenían arrumbadas en una bodega, es equipo de dos administraciones atrás que estaba arrinconado y la tela, por ejemplo, de algunos pantalones y camisolas ya está echada a perder, se rompe fácil".

El oficial agregó: "Incluso las cajas ya se ven viejas también, es porque estaban amontonadas y prácticamente olvidadas, mientras nosotros tenemos que sacar de nuestros propios bolsillos para equiparnos".

Al cuestionar sobre esta situación a otros policías, uno de ellos dijo: "Si vimos que algunos compañeros estaban bajando algunas cajas en el Cuartel Valladolid, también apreciamos que eran uniformes y cascos, al menos fue lo que alcanzamos a observar, pero ese equipo ya es viejo y bien sabemos que no lo habían querido sacar aunque no nos explicamos por qué, lo malo es que ahora van a querer entregarlo".

Otro de los entrevistados manifestó: "La gente que está en el almacén muchas veces hace negocio, con botas, con pantalones y el equipo que está ahí, todo lo venden para su propio beneficio y de paso le dan una lana a alguien más, aparentemente todo es con autorización de algún mando, pero no quiero meterme en detalles".

Uno más de los poliestatales declaró: "Cuando estaba Manuel García Ruiz de secretario llamaron a toda la prensa, para anunciar la entrega de varios uniformes y hasta equipo de visión nocturna, pero la cuestión es: dónde está todo ese equipo y ahora resulta que nadie sabe nada y nosotros somos los que tenemos que rajarnos el lomo para sacar la chamba".

Ante todo este panorama, los representantes de la ley siguen pagando de sus mismos bolsillos para equiparse, o por lo menos esa es su versión de las cosas, ante una Secretaría que al parecer está conforme sin mover un dedo ante las duras críticas de sus propios elementos y la realidad.