FEB 122025 La profesora adjunta de la Facultad de Medicina de la UNAM y oncóloga pediatra del Hospital General de México, Iris Gallardo Gallardo, indica lo anterior y considera que es importante que la población en general conozca que esta enfermedad existe y que es un problema de salud pública, pues muchos creen que es exclusiva de los adultos. En este contexto, recuerda que con base en información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año se diagnostica a unos 280 mil niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 19 años; en América Latina y el Caribe se estima que 30 mil resultarán afectados anualmente. El organismo internacional también precisa que en las naciones de ingresos altos más del 80 por ciento de la población infantil se cura, mientras que en las de ingresos medianos y bajos la tasa de curación es de aproximadamente el 20 por ciento. Con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se conmemora el 15 de febrero, subraya que en nuestro país se calcula que se detectan entre cinco mil y seis mil casos nuevos al año en menores de 19 años. Es la primera causa de muerte por enfermedad en menores de 14 años, abunda la experta universitaria. La desinformación provoca un diagnóstico erróneo y/o retraso en el tratamiento, lo que puede aumentar la morbimortalidad de los pacientes; por ello estima que en el marco de esta efeméride la sociedad esté alerta. El cáncer muestra signos que fácilmente pueden confundirse con los de otras enfermedades como dolores de cabeza, fiebre súbita y sangrado de la nariz, entre otros. Gallardo Gallardo expone que el cáncer es un conjunto de enfermedades que han afectado a los seres vivos. A diferencia de las infecciosas o parasitarias, aquellas se desarrollan en nuestro cuerpo, generan la proliferación anormal de células inmaduras, que se presentan por mutaciones. "Tenemos que prestar atención. Muchas veces, por ejemplo, los maestros en las escuelas son quienes se dan cuentan que algo anda mal, porque ven a algún estudiante más cansado, más pálido, juega menos, tiene ciertos moretones, ha faltado a la escuela y se han añadido más procesos infecciosos", manifiesta. Lo importante, añade, es realizar un interrogatorio dirigido a la sospecha de tumores malignos, indagar cada uno de los síntomas y signos para descartar patologías. Además, si un síntoma no cede a un tratamiento común, también debe ser motivo de mayor vigilancia. La experta también sugiere no discriminar a las niñas, niños y adolescentes, pues detalla que al enfermar empiezan a faltar a la escuela y presentan alteraciones en su imagen al estar bajo tratamientos químicos. "Tienen que ser incluidos en la sociedad, igual que todos, porque llegan a la escuela y sufren bullying; porque al estar en tratamiento pueden perder cabello, peso, o tener alteraciones ya que se les bajan las plaquetas, tuvieron algún sangrado o una disminución de defensas y hay que llevarlos al hospital inmediatamente", asegura. Asimismo, comenta que el más frecuente entre esta población son las leucemias agudas linfoblásticas, seguidas de otro tipo de leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas. |