| ENE 082025 El Barça jugará la final de la Supercopa de España tras deshacerse del Athletic Club (0-2). Los culers, con los goles de Gavi y Lamine Yamal y la segunda portería a 0 de Szczęsny en dos partidos, volverán al Estadio King Abdullah Sports City el domingo a intentar completar la misión con la que han viajado a Arabia Saudí: ganar el título. Desde el pitido inicial, el Barça ha demostrado estar más que conectado con la intensidad que requería el partido. Y esa intensidad se ha traducido rápidamente en ocasiones claras de gol. Unas llegadas, además, con protagonismo para dos regresos más que esperados: el de Lamine Yamal y el de Raphinha. El primero, en el minuto tres, ha habilitado con un gran pase a Kounde, que se ha topado con Unai Simón y el rechace del portero no lo ha podido definir bien el propio Lamine, con un intento de vaselina demasiado flojo. En la jugada posterior ha sido Raphinha quien ha rozado el gol. El brasileño ha percutido a la espalda de Lekue para rematar al primer toque un gran centro de Kounde, pero el balón ha salido alto. Sin embargo, Flick ha sido capaz de tocar la tecla necesaria para que los suyos insistieran una y otra vez, y a punto ha estado Raphinha de sorprender a Unai con una falta muy lejana al palo del portero. Todo esto en los primeros diez minutos de la semifinal. Pero la insistencia, hoy sí, ha tenido el premio del gol. Y ha sido uno muy especial, el primero de Gavi esta temporada y, en consecuencia, el primero después de su grave lesión. El andaluz ha estado en el lugar perfecto para aprovechar una gran jugada coral, con asistencia de Balde, y ha superado con una gran definición al primer toque entre las piernas del portero athleticzale (0-1 min. 17). Los de Ernesto Valverde han tenido su primer aviso real poco después del gol, pero el Barça ha respondido con una doble ocasión que ni Raphinha ni Lamine han podido convertir en el segundo. Con el marcador a favor, el ritmo ha bajado un punto, lo justo para que los vascos empezaran a crecer y a creer en un posible empate al descanso, pero la retaguardia barcelonista tenía otros planes. Y mientras el público local enloquecía, él sonreía, se señalaba el escudo y celebraba un gol que podía valer un pase para la final del domingo. Ha sido el último servicio a la causa del extremo, que ha jugado poco más de una hora después de casi un mes lesionado. Flick ha ido moviendo el banquillo, añadiendo piernas en ataque como las de Fermín y Ferran, que con un contexto en el que el Athletic buscara un gol que les diera vida, ellos podrían matarlos por completo. Pero nunca se mata por completo a este Athletic Club, campeón de Copa y actual cuarto clasificado en Liga. Solo los centímetros, en dos ocasiones, lo han logrado. Primero, para invalidar el gol de De Marcos y, poco después, el de Iñaki Williams, gracias a que Djaló ha desviado un pase atrás de Eric en el gol del internacional con Ghana. Con los dos goles anulados se ha acabado del todo el partido. El Barça, esta vez sí, ha podido rentabilizar su dominio y espera ya rival en la final de la Supercopa. Flick, y los suyos, a 90 minutos del primer título de la temporada. |