ENE 102015 Con apenas unos minutos de diferencia, la pesadilla terminó de forma abrupta, con la muerte de cuatro rehenes y de los tres terroristas. Los hermanos Said y Chérif Kouachi fueron ultimados sobre las 17:00, hora local, en Dammartin-en-Goële, al noreste de París, tras atrincherarse en una imprenta cuando la policía y la gendarmería ya les pisaban los talones. Un hombre que se encontraba dentro del mismo edificio (aunque existen dudas sobre si los Kouachi estaban siquiera al corriente de su presencia) consiguió salir ileso. Casi en paralelo, las fuerzas especiales de la policía lanzaron un asalto entre explosiones de granadas y disparos de fusiles kalashnikov sobre el supermercado judío Hyper Cacher, en el este de París, donde el francés Amedy Coulibaly retenía desde hacía cuatro horas a un número indeterminado de rehenes. Cinco personas, incluido Coulibaly, murieron en la operación, mientras que cuatro policías resultaron heridos. El yihadista ya había asesinado el jueves a una policía municipal en el sur de la capital francesa, en una acción coordinada con los hermanos Kouachi, quienes habían perpetrado la matanza del Charlie Hebdo, en la que murieron 12 personas. En una conversación telefónica con el canal de televisión BFMTV durante el secuestro, Coulibaly aseguró actuar a las órdenes del grupo radical autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y haberse coordinado con Chérif Kouachi, quien a su vez, en declaraciones a la misma televisora, dijo haber sido enviado y financiado por Al-Qaeda en Yemen para cometer la acción. Dijo que su misión era actuar en Francia por cuenta de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), rama de Al-Qaeda en Arabia Saudita y en Yemen. Coulibaly fue condenado en diciembre de 2013 a cinco años de prisión por intentar ayudar a escapar al antiguo miembro del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino Smaïn Aït-Belkacem, que cometió un atentado en la estación de tren del Museo de Orsay, en París, en 1995. El menor de los Kouachi, Chérif, también fue detenido y finalmente liberado sin cargos en ese mismo caso, lo que pone en evidencia el conocimiento previo entre ambos terroristas. Después de 48 horas de espanto por el crimen del Charlie Hebdo, París se sumió ayer en el pánico, con sus principales vías cortadas por la operación policial y con falsas alarmas que sumieron en el caos lugares como la turística plaza Trocadero. Coulibaly llamó a otras personas allegadas para que cometan más atentados, informó una fuente de seguridad, que pidió el anonimato. "Pidió a sus amigos que ataquen diferentes objetivos y, en particular, comisarías del extrarradio parisino", aseguró esa fuente. Disponía además de "bastantes explosivos" que intentó instalar en una de las puertas del almacén, "pero no los conectó". Los negociadores intentaron en varias ocasiones llamar a los hermanos Kouachi, pero nunca contestaron a sus llamadas, aunque pudieron escuchar los mensajes en las líneas telefónicas de la empresa. |