FEB 102013 Algunos automovilistas debieron ser rescatados después de pasar horas atascados en la nieve. Empresas de electricidad en algunos de los estados de Nueva Inglaterra más afectados auguraron que, tras la tormenta, algunos usuarios podrían quedarse sin energía al menos hasta el lunes. "Nunca habíamos visto nada igual", dijo Steven Bellone, funcionario del condado de Suffolk, Long Island, donde cayeron unos 75 centímetros de nieve. Cientos de conductores quedaron varados en carreteras el viernes por la velocidad con que avanzaba la tormenta. La Policía local informó el domingo que todos los vehículos abandonados que se han ubicado hasta ahora ya fueron revisados y nadie requiere ayuda médica. Por lo menos 11 muertes en Estados Unidos y cuatro en Canadá se atribuyeron a la tormenta, incluida la de un niño de 11 años en Boston que se asfixió con monóxido de carbono mientras estaba sentado en el interior de un automóvil en marcha mientras su padre paleaba nieve el sábado por la mañana. Las autoridades emitieron diversas advertencias de seguridad tras la muerte del menor y la intoxicación de otras personas con monóxido de carbono. Las carreteras en el nordeste estaban intransitables y el sábado en algunos lugares la nieve cubrió los vehículos. Algunas zonas tuvieron tanta acumulación que los residentes no podían abrir las puertas de sus hogares. "Es como levantar cemento", se lamentó Michael Levesque, que paleaba nieve en Quincy, Massachusetts, para una empresa de jardinería. Con vientos huracanados de más de 125 kilómetros por hora en algunos sitios, la tormenta azotó el corredor densamente poblado de la carretera interestatal 95 entre la ciudad de Nueva York y Maine. Los tres principales aeropuertos que dan servicio a la ciudad de Nueva York ?LaGuardia, Kennedy y Newark, Nueva Jersey? estaban operando el domingo por la mañana después de cancelar actividades una tarde antes. El aeropuerto Logan de Boston reanudó sus operaciones hasta el sábado muy entrada la noche. La mayoría de los apagones sucedieron en Massachusetts Los trabajadores municipales desde Nueva York hasta Boston trabajaron desde la noche del sábado al domingo en comunidades cubiertas de nieve. El presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia para Connecticut, medida que permitirá la asistencia federal para acciones de restauración. Algunos distritos escolares anunciaron que cerrarán el lunes, lo cual complicará a los padres el regreso a sus trabajos aunque dará otro día de diversión a los chicos. El gobernador del estado de Rhode Island, Lincoln Chafee, advirtió que aunque la nieve cesó, el peligro no ha pasado. "La gente debe tomar seriamente esta tormenta, aun después de terminada. Si alguien tiene alguna debilidad cardíaca, que tenga cuidado al palear la nieve", dijo. La ciudad de Milford, en Connecticut, recibió 95 centímetros de nieve, y Portland, en Maine, 81 centímetros, superando un récord de 1979. Varias comunidades en Nueva York y Nueva Inglaterra recibieron más de 60 centímetros. Sin embargo, la tormenta no fue tan severa como muchos temían por los pronósticos de clima, ni tan terrible como la tempestad de nieve de 1978, a la que los habitantes de Nueva Inglaterra han utilizado por mucho tiempo como la referencia para otros temporales. "Si consideramos la severidad de la tormenta, la cantidad de nieve y la intensidad de los vientos, nos fue bastante bien", dijo el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, en entrevista grabada para el programa "Face the Nation" de la CBS. |