AGO 312024 Fue en el marco de una novillada que se llevaba a cabo en dicho recinto, que con cacerolas en mano, pancartas y consignas, clamaron por un mundo sin violencia, que incluya a los animales. Melissa Chávez, una de las líderes del movimiento, expresó su profunda indignación ante la persistencia de estas prácticas en pleno siglo XXI, calificándolas como actos de extrema crueldad. "Es lamentable que este tipo de prácticas aún se registren, sin embargo, celebro que, cada vez estos espectáculos están más disminuidos, con una baja participación de los asistentes", declaró. Asimismo, Chávez hizo referencia al conversatorio de la ONU sobre los derechos del niño, subrayando que "violencia es violencia, y lamentamos mucho que todo este mes de agosto se hayan registrado corridas y novilladas". Señaló que, actualmente en México son ilegales y "venimos con la intención de manifestarnos en contra de la tortura que sufre este ser vivo". Por su parte, Ivonne Dávalos, otra destacada activista, denunció el uso de la fuerza pública para intentar disuadir a los manifestantes, afirmando que "nadie va a parar a los activistas por el amor que le tenemos a los animales y el respeto a los seres vivos. Seamos 510 o 50, algún día vamos a lograr algo por los animales". Los grupos animalistas informaron que han interpuesto al menos una decena de amparos para impedir la realización de las corridas de toros, pero lamentaron que los intereses de una minoría se vean favorecidos. Asimismo, consideraron que, llevar a un infante a una corrida de toros es una violación a su derecho a una vida libre de violencia. Durante aproximadamente una hora, los manifestantes utilizaron cacerolas y tambores para hacer oír su voz, instando a la sociedad a reflexionar sobre la crueldad de estas prácticas, las cuales, aseguraron, son ilegales en México. La protesta fue organizada por la asociación Michoacán Sin Tauromaquia, una extensión de México Sin Toreo, que se presentó en punto de las 19:00 horas para expresar su rechazo a este tipo de actos, calificándolos como de extrema crueldad animal. Cabe señalar que durante la manifestación, los activistas y las asociaciones protectoras de animales fueron amenazados por elementos de seguridad para que se retiraran, bajo la advertencia de que serían desalojados por la fuerza. Sin embargo, los manifestantes reiteraron que ni la lluvia, ni el sol, ni las amenazas de uso de la fuerza pública los harán desistir en su lucha contra la crueldad animal. |
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