ABR 172013 Se presume que al menos 8 millones de brasileños ya no viven en extrema pobreza, lo que ha sido posible gracias a un sistema de subsidio por parte del Estado que consiste en transferencias de ingreso para familias con niños de hasta seis años de edad. Brasil Cariñoso se llama el programa que fue lanzado por la presidenta Dilma Rousseff, que busca atender familias en condiciones de extrema pobreza con niños de seis años de edad o menos, al otorgar lo que serían alrededor de 400 pesos en México, mensuales por cada integrante. Contempla también la ampliación de cupos en escuelas y guarderías en localidades pobres del país. La iniciativa surgió como un complemento de Beca Familia, el programa social más emblemático de Brasil, que permitió a entre 30 y 40 millones de personas emerger de la pobreza e incorporarse a la clase media en la última década. El programa ha sido elogiado internacionalmente y sirvió de modelo para otros países que luchan contra la pobreza, incluso la Presidenta Rousseff ya ha aumentado la edad de los niños que participan en Brasil Cariñoso hasta los 15 años, provocando con ello que sean 8,1 millones de niños de 0 a 15 años que salieron de la miseria. Con ellos salieron también sus hermanos y sus padres, en total 22 millones de personas, comentó la ministra de Desarrollo Social, Tereza Campello, en su participación dentro del Seminario Internacional del Marco Legal de la Primera Infancia. Hoy Brasil no tienen ningún niño o adulto que se encuentre dentro de la extrema pobreza y se tiene un trabajo especial en el caso de la Primera Infancia para mejorar la atención que se les da a los niños. Dicen en Brasil que el fin de la miseria es sólo el comienzo. |